El Zaragoza está desde ayer a la espera de una respuesta de Hacienda al calendario de pagos que ha propuesto a la Agencia Tributaria para abonar en varios ejercicios la cantidad que adeuda al fisco y que ronda los 29 millones de euros. De ellos, 3,5 son de pago inminente, antes del 30 de junio, y en esa cifra está incluida el embargo de la licencia federativa (1,9), mientras que el calendario es para refinanciar un total de 18 que el club debía hacer frente a partir de septiembre. El resto, unos 7,5, corresponden a otros ejercicios y podrían tener su origen en los beneficios que presentó el Zaragoza al siguiente balance tras salir del concurso de acreedores.

Javier Lasheras, José Guerra, como consejero del club, y un abogado del grupo inversor mexicano estuvieron ayer en la sede de la Delegación Regional de Hacienda y se reunieron con Paloma Villaró, que tras recibir la propuesta se la ha hecho llegar a la sede central de la Agencia Tributaria para decidir si al final esta es aceptada o no. Del cónclave no trascendieron muchos más datos, más allá de que Hacienda contestará en breve a la petición zaragocista. El grupo de empresarios aragoneses confía en que sea antes de mañana y que la respuesta sea afirmativa. Lasheras y Gamón ya estuvieron el pasado viernes en la sede central de la Agencia Tributaria y finalmente no viajarán hoy de nuevo a Madrid para reunirse otra vez allí, sino que esperarán a que la Delegación Regional les haga llegar esa respuesta antes de mañana. Si todo va como esperan, el jueves los miembros del grupo inversor mexicano presentarían su proyecto en una rueda de prensa en Zaragoza.

Hacienda habría exigido que el pago de ese nuevo calendario también esté garantizado por los miembros de ese grupo inversor mexicano que se va hacer con la mayoría accionarial del club. "Hacienda es conocedora de la urgencia de esa decisión y apoya y comprende lo que les hemos expuesto. Ahora, han dado traslado a Madrid y estamos esperando su respuesta", dijo Luis Gamón, portavoz del grupo empresarial aragonés y que calificó de "seria y concreta" la propuesta zaragocista, vital para que la entrada del grupo inversor mexicano, que ha adquirido el 80% del paquete accionarial que tenía Agapito, se lleve a cabo.

ACUERDO VINCULANTE

De hecho, el acuerdo vinculante que ambos grupos rubricaron el pasado viernes está a expensas del pacto con Hacienda. Y es que el actual calendario de pagos, acordado antes del concurso de acreedores y que incluye un total de ocho anualidades --de las que se abonaron solo las dos primeras-- con una cifra en cada una de ellas que ronda los 5 millones para completar los casi 40 de deuda global que había con el fisco, es inasumible con la realidad del Zaragoza en Segunda.

La nueva propuesta del club está acorde con los ingresos que genera ahora mismo en Segunda para refinanciar esos 18 millones, teniendo en cuenta que en los 3,5 que hay que abonar de forma inminente no hay posibilidad de negociación y que están incluidos en el aval de 8,1 millones que los empresarios aragoneses se comprometieron a presentar y que ahora lo deben hacer en un 20% (1,6 millones) mientras que el 80% corresponde al grupo mexicano (6,5).

Ese grupo, encabezado por Luis Manuel Lobato Blanco, considera absolutamente primordial obtener ese nuevo calendario de pagos para la viabilidad del equipo y del proyecto que pretenden llevar a cabo en el Zaragoza. Por ello desde el club aragonés también se ha hablado con Javier Gómez, director general corporativo de la Liga de Fútbol Profesional, para que desde la patronal de los clubs se haga llegar a Hacienda la necesidad de que esta propuesta del Zaragoza sea aceptada.

En esta negociación con Hacienda no se puede olvidar que hace unas semanas la Fiscalía presentó una denuncia por fraude tributario contra Agapito Iglesias, y contra los otros dos miembros del consejo durante el 2010: Francisco Checa y Javier Porquera. El presunto fraude consiste en no haber ingresado en las arcas del Estado unos 900.000 euros correspondientes de las retenciones del IRPF de los trabajadores del Real Zaragoza.