Quiso esbozar una sonrisa al final de la rueda de prensa Víctor. «En lugar de dar la conferencia yo la tendría que haber dado el jefe del hospital», soltó después de centrar sus palaras en una enfermería que es un dolor de cabeza continuo, una pesada cruz que está lastrando la recuperación del Real Zaragoza, latente en los números y en lo futbolístico. Pero está ese lastre y no deja de ser un quebradero de cabeza. Ayer cayó Papunashvili, lesionado en el tobillo izquierdo, el mismo que se lastimó en Albacete y que le tuvo tres meses fuera, recaída incluida. En principio, estará fuera unas dos semanas, por lo que se pierde seguro los choques ante Las Palmas y Lugo.

Y antes, el miércoles, fue Álex Muñoz, ya operado de una fractura de mandíbula, y contra el Oviedo Lasure, con una rotura de fibras. Y se une Benito, que no llega a Las Palmas como no lo hizo la semana pasada por una contractura en el aductor. Javi Ros, en la recta final de su fractura de peroné, también es baja y los lesionados de larga duración Toquero, que ya no volverá a jugar, y Grippo son fijos en la enfermería. Siete ausencias seguras para el partido del lunes.

18 JUSTOS

Hay, además, dudas. Las molestias de Álvaro, en el muslo y en el isquiotibial, que le hacen no estar a plenitud y el dolor de Guti en los aductores tras su lesión de pubis que le hace no poder completar ninguna semana y llegar muy justo al estadio de Gran Canaria. Eso sí, en principio, Álvaro estará y Guti es factible que también, aunque en su caso seguro que no será titular. Así que, contando a Linares y Dorado, Víctor tiene a 18 para la cita. Si Guti no pudiera viajar mañana lo haría un jugador del filial, algo que se decidirá hoy.

La ración de mala suerte la tuvo ayer Papu. No se llevaban ni diez minutos de sesión cuando una entrada de Zapater en un rondo dejó su tobillo izquierdo maltrecho, con claras muestras de dolor. Se fue sin poder apoyar y dejó la Ciudad Deportiva en muletas. Para entonces, los temores eran que sufriera un fuerte esguince, siempre una lesión latosa en el tobillo porque el pie lo tenía muy inflamado. Las pruebas descartaron la fractura, aunque una vez baje la inflamación es factible que se le hagan más.

«Fue una desgracia, un lance fortuito, hay que apechugar con ello y salir adelante. Es una pena, porque el chico llevaba dos semanas con entrenamientos con cierta regularidad, empezaba a ver la luz del sol y había hecho una buena semana de trabajo. Vino en el momento más inoportuno», señaló Víctor, que ve en Papu a uno de los jugadores más diferenciales de la plantilla, a poco que gane en disciplina táctica.

«Ha sido una mala mañana, estoy un poco apagado y me levantaré. Esto te deja mal. No logro controlar la salud, hay muchos infortunios y no logramos tener regularidad con jugadores que tenían que ser importantes en este equipo. Es digno de estudiar», sentenció el técnico zaragozano, con un claro gesto que revelaba la cruz que está viviendo desde que aterrizó en su tercera etapa. Una cruz que también sufrieron Idiakez y Alcaraz.

ÁLVARO Y GUTI, TOCADOS

Confirmó el entrenador zaragocista que Benito no llega a tiempo para la cita del lunes y que Ros tendrá el alta médica el próximo miércoles, tres semanas y media después de aquella fractura de peroné contra el Málaga. El navarro se empeñó en acortar plazos y lo ha logrado. «Ros no tiene el alta médica. Es baja segura pero me dice el médico que el miércoles ya se incorpora plenamente con el grupo, cuando volvamos de Las Palmas. Se cumplirán las cuatro semanas, lleva tres ahora. Ha ido bien, menos mal». Por ello, estará disponible ante el Lugo.

Así que la última sesión hoy antes de viajar a Las Palmas mañana servirá para evaluar el estado de Álvaro y Guti, aunque se tiene claro que ni uno ni otro están a plenitud. «Vamos a ver el último entrenamiento aquí, que será el más exigente, y decidir lo mejor para el equipo. Si hay que llevar gente del filial la llevaremos. Seremos 18 y los 18 estarán perfectos. Hay jugadores disponibles para la convocatoria, pero a la hora de configurar la estrategia del partido sé que hay dos o tres que no los tengo para 90 minutos. Tengo que manejar eso para que nos permita ser más regulares», explicó Víctor, que también confesó que Álvaro Vázquez era uno de los que pensaba que no iba a jugar todo el partido contra el Oviedo por esas molestias. Lo acabó haciendo y anotó dos dianas en la recta final.