Dijo Marc Gual tras el partido ante el Albacete en el que el Zaragoza se vio obligado a remontar un 2-0 adverso en el minuto 20, que el equipo había aprendido la lección e, incluso, prometía que no volvería a pasar. «A veces salimos dormidos, pero no sucederá más», aseguró el delantero catalán, que cayó lesionado la siguiente jornada ante Osasuna. No fue así. La pereza se ha convertido en el pecado capital que más está castigando a un equipo aragonés que ha encajado antes del primer cuarto de los partidos 8 de los 18 tantos recibidos en las 14 jornadas disputadas. Es decir, el 44% de todos los tantos marcados a Cristian Álvarez ha llegado cuando el luminoso ni siquiera había rebasado el minuto 20. Significativo.

Lejos de corregirse, el problema va a más. Así lo indica que las últimas cuatro dianas marcadas al Zaragoza han llegado durante ese tramo. El pasado sábado, el Mallorca ya ganaba 0-2 en el minuto 20, tras haber marcado el primero en el 6. Una semana antes, el Nástic también había sacado provecho del letargo zaragocista con un gol en el minuto 4 de Fali que, afortundamente, el Zaragoza fue capaz de remontar. El Granada, en la jornada anterior, también puso pronto tierra de por medio con un gol en el minuto 15 de Fede Vico. Vadillo ampliaría luego la renta cerca del descanso. Ese tanto fue el único de los últimos seis encajados por el Zaragoza que llegó después de los primeros 20 minutos porque, antes, el jugador del Elche, Verdú, también había castigado la indolencia inicial de los aragoneses con un gol en el minuto 10.

A todas esas dianas se unen las dos que logró el Albacete, así como el primero del Lugo en La Romareda, que llegó antes del ecuador de la primera mitad merced a un disparo desde casi el centro del campo de Pita que batió a Cristian.

Es el Zaragoza, pues, un equipo empeñado en llegar tarde a los partidos, lo que le ha costado caro hasta ahora. Porque, si bien ha encajado demasiados goles tempraneros, no ha sido capaz de anotarlos. Solo uno de los 17 tantos materializados por el equipo aragonés se marcó antes de los primeros 20 minutos. Fue en Oviedo, donde el cuadro entonces dirigido por Imanol Idiakez encarriló al cuarto de hora la goleada final (0-4). Álvaro Vázquez cruzaba de forma magistral un gran servicio de Javi Ros y el Zaragoza tomaba ventaja.

Pero nunca más se celebró un gol tan temprano. Frente a Rayo Majadahonda, Las Palmas y Nástic, la escuadra zaragocista perforó la portería rival alrededor de la media hora de partido. Precisamente, el tanto anotado en tierras catalanas ha sido el único en las seis últimas jornadas que llegó en la primera parte, un periodo marcado por la sequía zaragocista tanto en producción goleadora como futbolística. En casa, la capacidad anotadora del equipo como local es de las más escasas de la categoría, con apenas siete tantos conseguidos. Hasta la octava jornada solo había sido capaz de marcar en las primeras partes (ante Rayo, Las Palmas y Osasuna). Desde entonces, apenas golea en La Romareda y los pocos que ha hecho (frente a Tenerife y Mallorca) han sido tras el descanso.