Dos velocidades marca Víctor Fernández a la hora de rematar una plantilla con la que admite estar satisfecho. Pide celeridad para cerrar cuanto antes las salidas de los transferibles, Pombo, Verdasca y Álex Muñoz, y solicita tranquilidad, sin agobios, «para las dos piezas, o una, que me faltan», recalcó, además de dejar claro que quiere una plantilla corta, con 21 futbolistas, además de Clemente y Baselga, con ficha del filial pero integrados en el primer equipo. Eso implica sacar a los tres transferibles y dejar la puerta abierta a alguna salida inesperada más (James o Pep Biel), además de una posible cesión de Bikoro.

«Hemos hecho un gran trabajo en la primera parte de la planificación, acudir a Boltaña con el grueso de la plantilla en incorporaciones prácticamente ejecutadas es un motivo de satisfacción. Estoy encantado, feliz, y se me nota. Hemos traído buenos futbolistas y buenas personas. Falta la segunda parte de la planificación, cerrar el grupo de una manera más exacta, facilitar las salidas y ultimar las 1 o 2 últimas incorporaciones», comenzó diciendo ayer, un poco antes de regresar con el equipo desde Boltaña.

Lo primero, pues, es acelerar en las salidas. La de Pombo es la más complicada, porque su entorno asegura que no hay ofertas en firme, el club quiere un traspaso y el jugador amaga con quedarse y cumplir su contrato. Por Verdasca se han rechazado ofertas en el Zaragoza de Chipre (AEK Larnaca) y de Bulgaria (Ludogorets) y sus agentes esperan presentar otra en breve, mientras que Álex Muñoz no ha querido ir a Grecia y apunta a salir cedido a un Segunda. «Sería bueno para todos, para ellos porque cuando antes conozcan su destino, mejor, y para nosotros, para poder trabajar de una manera más definida», indicó Víctor.

SIN PRESENCIA EN AMISTOSOS

Eso sí, el técnico dejó claro que la participación en los amistosos de estos tres futbolistas iba a empezar a reducirse de forma drástica, quizá hasta ser nula. «Ahora habrá jugadores con más tiempo de participación y aquellos con los que no contamos será al revés, porque no podemos afrontar riesgos de lesiones. A ver si somos capaces de encontrar soluciones en un corto periodo», aventuró el técnico, que añadió: «La plantilla es súper numerosa. El número ideal es 21 jugadores, más Marcos Baselga, al que tengo mucha fe, y Clemente. Sobre ese número me gustaría quedarme. Quiero que se recorte el grupo porque no deseo incorporar más tensiones más allá de las de la propia competición. No quiero tensiones por un exceso de jugadores y por el rol de cada uno».

Ahora mismo, contando a Baselga y a Clemente, y a Zapater, que no ha estado en Boltaña por su lesión, Víctor tiene a 27 futbolistas. Y espera, uno o dos más. El objetivo claro es Nolaskoain (Athletic), central y mediocentro, un jugador que le encanta a Víctor, que también abre la puerta a una llegada en ataque, a un centrocampista ofensivo, al final del mercado. Nahuel (Olympiacos) está en la agenda. «Estoy inquieto por ver cómo terminamos la entrada y salida de jugadores. Por fin va a ser un Zaragoza donde será muy difícil jugar. A ver si somos capaces de crear un grupo amplio de futbolistas que disputen al menos 25 partidos a un gran nivel. La competencia va a ser enorme y antes resultaba bastante fácil jugar», aseveró el entrenador, que sí dio pistas de las posiciones a reforzar: «No ha cambiado mucho la estructura del mediocampo, aunque estamos pendientes de un jugador que se incorpore, e intentamos que venga alguien más hacia atrás, porque tenemos que echar cemento y ser muy sólidos y fuertes ahí».

Eso sí, no quiso dar pistas de los objetivos, aunque el de Nolaskoain está tan claro como que hasta el propio Víctor ha estado hablando ya con el futbolista: «Estamos con tres o cuatro opciones abiertas, pero ahora es importante no apurarnos. Sabemos lo que queremos, tenemos tiempo, porque el bloque está ya bien diseñado. Si esa pieza o esas dos que faltan llegan, pues fantástico y, cuanto antes, mejor. Pero no debemos agobiarnos», insistió, dejando clara la otra velocidad en el mercado.

Y es que Víctor no dudó en elogiar el buen trabajo del club en los fichajes hasta ahora. «Se han hecho bien las cosas y los tiempos los hemos utilizado perfectamente. Si fuéramos con retraso en nuestra planificación el 80% de los jugadores fichados sería prácticamente imposible incorporarlos ahora, porque la competencia es feroz, la gente se pone más nerviosa y es capaz de hacer locuras», resaltó.

«No me preocupa la euforia con Dwamena. Esta es la fase de la ilusión y de las esperanzas y los jugadores traídos son buenos. El día a día y la competición nos darán el vuelo futbolístico y también la comparación con el resto», concluyó.