El Real Zaragoza ha anunciado en las últimas semanas las renovaciones de Nieto, esta antes de que empezara el estado de alarma, y de Francho Serrano y ha dejado vista para la firma la continuidad de Eguaras. Sin embargo, en el club aragonés el parón en las oficinas y en el trabajo de cara a la próxima temporada es tan absoluto como en la inmensa mayoría de equipos de Primera y Segunda por la excepcional situación que se vive en estos días. Las negociaciones cerradas o anunciadas por el Zaragoza estaban ya encarriladas y ahora se impone un parón porque el club aragonés, por ejemplo, no sabe en qué categoría va a estar en la próxima temporada y cuándo se va a poder reanudar la competición. Si lo hace, claro está.

Hay equipos que sí tienen claro que van a estar en la élite el próximo curso o los grandes saben que salvo catástrofe estarán en Champions, pero la mayoría de equipos no saben cuál va a ser su hábitat y muchísimo menos las condiciones económicas en las que se moverán tras este varapalo que van a sufrir.

Así, no es una excepción en todo caso el Zaragoza. Ni mucho menos. Basta hablar con algunos agentes, que tienen todos ellos futbolistas en el club aragonés, para ver que ese parón es generalizado. De hecho, los representantes estos días hablan más con sus futbolistas de las rebajas salariales que se puedan plantear o de si un club u otro va a presentar un ERTE que de opciones de futuro. La otra llamada a sus representados es para saber cómo se encuentran, física y mentalmente, en el confinamiento decretado por el estado de alarma desde hace ya más de dos semanas.

Lógicamente, hay llamadas a equipos y sondeos en ofrecimientos de futbolistas para que ese club los tenga en cuenta cuando la situación se normalice, pero en todo caso la respuesta en los directores deportivos es muy similar. «No sabemos qué contrato te podemos ofrecer te aseguran en muchos equipos cuando llamas», explica un representante de jugadores. «Hace unos días le ofrecí un entrenador a un club inglés y la respuesta casi fue de enfado reprochando la situación en la que estábamos en el mundo», añade otro, que asegura que su actividad también se va a ver ralentizada o directamente frenada al menos por un mes más.

La incertidumbre en el mercado afecta en una época donde muchos clubs, y Lalo Arantegui ha sido exponente de ello en los últimos años, ya toman posiciones con antelación para adelantarse a otros equipos. De hecho, esta misma temporada el director deportivo zaragocista ya tiene apalabrada la contratación del lateral izquierdo del Olot Pep Chavarría, negociación que cerró entre diciembre y enero por un futbolista que llegará al Zaragoza con la carta de libertad.

Ahora mismo, es una incógnita cuándo se reanudará la competición y el escenario más optimista, y cada vez más improbable, es que lo haga a mediados de mayo. Si lo hiciera ya a principios de junio, ya se iría más allá del día 30, fecha en la que acaban contratos y cesiones. El presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, habló el sábado de una tercera posibilidad que implicaba regresar a finales de ese mes de junio.

Lógicamente, eso afectará al mercado de fichajes de verano, que empieza en teoría el 1 de julio y que es muy improbable que lo haga en esa fecha. Incluso desde la FIFA se ha hablado de prorrogarlo desde que acabe esta temporada hasta enero. Con toda esa incertidumbre, toda la maquinaria del fútbol está más que parada y también la planificación.