El Real Zaragoza contaba con La Romareda como su talismán para volver a Primera, seis citas que el coronavirus ha dejado a puerta cerrada y tras tres meses de parón. El Alcorcón ya le lanzó un claro aviso y el Almería abrió más una herida que es profunda. El conjunto andaluz, rival directo y que se vuelve a situar a dos puntos de los zaragocistas, fue mejor y se llevó con justicia el triunfo con los goles de Appiah y de Fran Villalba ante un equipo impotente y sin apenas ideas y muy cansado, entre el calor y las pocas rotaciones de Víctor Fernández, que además ha perdido en estos meses velocidad, ritmo y brillo y que tiene a demasiados futbolistas vitales lejos de su nivel o directamente lesionados. La derrota es dolorosa, por el enemigo y por las formas. Y sí, el Zaragoza sigue en ascenso directo y restan ocho citas, pero este sábado podía dejar medio sentenciado ese billete a Primera ganando y salió del partido lleno de fantasmas y de dudas que este torneo frenético no permite.

El Zaragoza vivió a merced de su rival, que salió mejor, golpeó pronto por medio de Appiah y le puso el partido donde menos le gusta a los zaragocistas, por detrás en el marcador y sin armas para derrumbar la muralla enemiga para que los de Gutiérrez vivieran muy cómodos hasta sentenciar con un gol de Fran Villalba. El Alcorcón ganó porque aprovechó los regalos, el Almería lo hizo porque fue superior. El Zaragoza tiene un problema serio en las cuatro citas caseras que restan. Es verdad que lo que se vive en los estadios no tiene nada que ver con el fútbol anterior, pero ese es el escenario y no se ha hecho con él. Ni de lejos.

Es más, el parón le ha sentado muy mal. Le falta muchísimo en demasiadas cosas y solo ganó en Lugo tirando de pegada en momentos decisivos. Y es que en medio de la más que calurosa tarde, volvió salir frío el Zaragoza en el arranque. Está claro que la Romareda vacía es un hogar extraño, esta vez sin ni siquiera la megafonía. Con la única novedad de Cristian Álvarez bajo palos, el equipo de Víctor comenzó a merced de su rival y el portero argentino tuvo que despejar el tiro de falta de Vada y otro de Corpas mientras sus compañeros aún no sabían por dónde les venía el aire.

Aun así, una jugada de Nieto y la única aparición en el primer acto de Kagawa dejaron un claro disparo para Luis Suárez que Soro evitó que entrara en la portería. Y de lo que pudo ser el primer gol del Zaragoza se pasó al tanto del Almería, en el que Appiah le ganó la partida a Francés, solo dos años más joven pero que pecó de inexperiencia al recular y permitir el zarpazo del holandés en el minuto 11.

El Almería trató entonces de aprovechar los nervios de Francés, que vio la amarilla por una clara falta a Vada mientras el Zaragoza seguía sin dar señales de vida. Frío, lento y previsible, sin el ritmo necesario para hacer un mínimo desborde, el equipo de Víctor confirmaba que es otro, sin el ángel que tenía.

El Almería, con un claro 4-1-4-1, replegó líneas y aumentó el tráfico interior para que Kagawa, Eguaras y Guti no encontraran espacios para hallar a un desconocido Luis Suárez, mientras que Burgui aparecía a cuentagotas y sin desbordar y Soro no encontraba premio a su movilidad. Fernando estuvo a punto de comerse un tiro lejano de Guti pero los minutos pasaron sin que el Zaragoza pudiera sorprender al Almería, con un fútbol tan lento como previsible. Un control ficticio con el que se llegó al descanso con la peor de las sensaciones.

Codazo de Maras a Atienza

Delmás,en una recuperación exprés del tobillo, fue el recurso de Víctor tras el descanso para evitar la segunda amarilla de Francés. El Zaragoza salió con la intención de tener más mordiente y a las primeras de cambio se quedó sin Atienza por un codazo de Maras que el árbitro ni señaló como falta. Clemente fue su relevo y el joven central supuso un recurso mejor para la salida de balón. De hecho, dos envíos suyos no fueron aprovechados primero por Soro y después por Delmás.

Sin embargo, el Zaragoza no se encontraba y Cristian evitó el gol de Darwin tras una buena salida después de un despiste de Clemente. Dos tímidos intentos de Guti y Nieto fueron el balance de un equipo incapaz de poner una marcha más al partido. No desde luego lo podían hacer Eguaras o Guti y aún menos Kagawa, demasiado cansados. Así, el Almería sentenció cuando Vada y Balliu, los dos mejores del rival, se encontraron en una contra que ejecutó Fran Villalba. Ahí, en el 68, Víctor metió a Álex Blanco y a Linares, con todo perdido y sin ya posibilidad de levantarse.

Con todo, el Zaragoza vivió algo más cerca del gol en el tramo final. Lo rozó Luis Suárez, también Clemente en un córner y sobre todo Linares. Fue un espejismo porque el pleito ya estaba cerrado y la herida en el equipo aragonés, muy abierta.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Francés (Delmás, m.46), El Yamiq, Atienza (Clemente, m.50), Nieto; Soro (James, m.78), Raúl Guti, Eguaras, Burgui (Álex Blanco, m.69); Kagawa (Linares, m.69)y Luis Suárez.

U.D. Almería: Fernando; Balliu, David Costas, Maras, Iván Martos; De la Hoz; Corpas (Aguza, m.63), Vada (Petrovic, m.82), Fran Villalba (Jonathan Silva, m.91), Appiah (Francis, m.63); y Darwin Núñez (Barbero, m.91).

Goles: 0-1. m.11. Appiah; 0-2. m.68. Fran Villalba.

Árbitro: Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales El Yamiq (m.2), Francés (m.13), Álex Blanco (m.79) y Delmás (m.94) y a los visitantes De la Hoz (m.24) y Martos (m.66).

Incidencias: Partido disputado en el estadio de La Romareda, a puerta cerrada, correspondiente a la jornada 34 de la Segunda división.