En un escenario épico, con la lluvia encharcando La Romareda, contra un Numancia que le puso en mil apuros, sobre todo en la primera parte, con el necesario giro táctico de Víctor Fernández en el descanso, con un Cristian salvador y con la fe de Luis Suárez y la capacidad y el talento de Puado, autor del gol que convirtió un baile bajo la lluvia en oro puro para el Zaragoza en su lucha por volver a la élite. Así, con todo eso y sobre todo con el corazón firmó, ganado por 1-0, el conjunto zaragocista tres puntos vitales para subirse al tren del ascenso directo tras las victorias del Cádiz y el Huesca. El Zaragoza va como un tiro hacia Primera y tiene además el viento a favor, el que da la fortuna también en momentos puntuales, como los tuvo contra un Numancia que demostró ser un buen bloque y que tuvo mucho más balón y orden en gran parte del partido, pero no ganó.

El pleito se descantó de lado del Zaragoza, que solo sabe ganar en este 2020 tanto en la Liga como en la Copa, donde aguarda ahora el Madrid el miércoles, un elemento de despiste en el que no cayó el Zaragoza gracias a la mejoría tras el descanso, cuando el agua empezó a ser un condicionante claro para el juego. Entonces, con los cambios de James Igbekeme y Javi Ros bajo esa batuta que Víctor sabe manejar bien en momentos decisivos, el Zaragoza empezó a ser mejor y la fe de Luis Suárez para buscar una cesión de Héctor Hernández y darle el gol a Puado certificó un valioso triunfo a falta de 20 minutos para noquear a un Numancia que solo en el tramo final se vino abajo.

El despliegue de los dos equipos en un campo que se fue estropeando mucho fue conmovedor, con una gran energía por parte de ambos en un encuentro que giró en las dos caras de la moneda, pero está claro que el viento viene de cola a un Zaragoza que vuela y que gana casi por inercia. Algo que es una bendición.

Con la novedad de Álex Blaco en lugar de James para intentar afilar más la banda izquierda salió el Zaragoza, pero no tardó en darse cuenta de que enfrente estaba un señor rival, apoyado en una buena medular, con Escassi y Ledes, con la calidad de Curro, la potencia de Álex Sola y un Higinio que fue un dolor de muelas para Guitián. Así, el Zaragoza, que comenzó con dos buenas acciones de Soro y Puado, se hundió en la tela de araña del rival, tejida en un gobierno absoluto de la medular, en la que Eguaras nunca se sintió cómodo y Guti solo lo hizo cuando cambió Víctor el esquema. El Numancia, con una presión alta, maniató al Zaragoza y empezó a llegar con peligro.

Higinio la mandó al palo tras desnudar a Guitián en un buen toque de Curro y después la envió alta tras superar de nuevo a su par, que ya tenía una amarilla. El delantero del Numancia era una pesadilla para la zaga y las imprecisiones en medio de la lluvia hacían que el equipo de Víctor estuviera realmente incómodo. Un disparo de un tímido Álex Blanco y un centro de Luis Suárez, al que le costó entrar en el partido, que no encontró rematadores en Puado y Soro fueron los destellos de un Zaragoza apagado y gris, donde solo Puado inquietaba de verdad al rival. El equipo aragonés, además, se pudo ir al descanso en desventaja, pero Cristian hizo un auténtico milagro. El meta argentino voló para evitar un gol cantado de Higinio, que ya se relamía en un centro medido de Marc Mateu para marcar de cabeza. Cristian la despejó con la cara ante el asombro del punta y también de La Romareda, que ovacionó a su meta.

Así, el héroe habitual puso la primera piedra para la victoria y la segunda la colocó Víctor al tocar el esquema y reforzar el medio con James, que sentó a Álex Blanco, y pasar del 4-4-2 a un 4-1-4-1 en el que el Zaragoza maniató la sala de máquinas del Numancia. El campo se empezaba a encharcar más por la zona defensiva del enemigo y eso fue decisivo, vital, ya que el balón se podía detener en cualquier momento.

Así, el Zaragoza fue a más, mejoró todavía otro paso con la entrada de Javi Ros, que supo darle al partido lo que requería, por un gris Eguaras. Cristian, mientras tanto, seguía a lo suyo, impidiendo el gol de Higinio, que no pudo superar la valentía en la salida del meta tras un balón a la espalda de Guitián. Quedaba la piedra decisiva en un momento en el que Puado estaba siendo el más incisivo y Luis Suárez ya estaba más que despierto.

El colombiano probó a Dani Barrio en un remate, Puado le exigió en un cabezazo y una cesión hizo que ambos colocaran la piedra fundamental de la victoria. Luis Suárez se adelantó a la salida del portero y cogió el balón frenado para asistir al delantero catalán, que no perdonó en el minuto 69. Un par de arrancadas más de fe de Luis Suárez aprovechando el agua y un disparo de Nieto pudieron aumentar la renta. Carrión debilitó al Numancia quitando a Escassi y a Sola y Víctor dio minutos al debutante André Pereira para que llegara también la ovación a Puado. El portugués pudo marcar en otro robo de Suárez. No llegó, pero sí un triunfo que es vital para soñar con la élite, con un ascenso directo a tres puntos con un partido menos. Este corazón late de Primera.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Guitián, Atienza, Nieto; Soro, Raúl Guti, Eguaras (Javi Ros, m.59), Alex Blanco (James, m.46); Puado (André Pereira, m.86) y Luis Suárez.

Numancia: Dani Barrio; Calero, Derik, Castellano, Héctor Hernández; Curro, Escassi (Moha, m.72), Gus Ledes, Sola (Néstor, m.77); Higinio y Marc Mateu (Aguado, m.65).

Gol: 1-0, m.69: Puado.

Árbitro: Trujillo Suárez (Comité Tinerfeño). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Guitián (m.24), Vigaray (m.48), Soro (m.58) y Puado (m.84) y al visitante Escassi (m.54)

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 25 de Liga de Segunda División disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 22.599 espectadores. Debutó con el Real Zaragoza el delantero portugués André Pereira