Si la marcha de Dani al Espanyol ya ha dejado una cicatriz en las pretensiones del cuerpo técnico Real Zaragoza por reforzar su plantilla con el catalán de cara al próximo ejercicio, la noticia de que César Ferrando ha recomendado al Atlético de Madrid que renueve a Movilla por tres temporadas más puede dejar herido de consideración el proyecto de Víctor Muñoz. El entrenador del conjunto del Manzanares manifestó desde que se produjo su fichaje que contaba con El Pelado , pero nunca había tomado una postura tan decidida a favor del mediocentro madrileño, sobre todo después de haber solicitado las adquisiciones del danés Gravesen y del francés Luccin para esa posición.

Ferrando, no obstante, quiere asegurarse un equipo competitivo a largo plazo, y considera que Movilla nunca le va a sobrar puesto que ha descifrado en el jugador una serie de valores que contempla como claves para sus planteamientos como son el compromiso y el carácter. Las manifestaciones de Movi en su periodo de cesión al Real Zaragoza en el sentido de que su intención era triunfar en su equipo y sus continuos piropos hacia la afición del Calderón lo definen claramente como un jugador de club. La directiva rojiblanca ha escuchado la solicitud de su nuevo técnico y Movilla y sus representantes ya tienen en sus manos esa propuesta de ampliación de contrato por tres años más que se sumarían al que ya tiene con opción a uno más.

GIRO BRUSCO Jerónimo Suárez, director general del Real Zaragoza, declaró el miércoles a este diario que las diferencias económicas entre la entidad aragonesa y el jugador no eran significativas y que todo era cuestión de sentarse a hablar una vez que el Atlético, propietario de sus derechos, diera vía libre. Este giro brusco de la situación establece un nuevo escenario a la espera de lo que decida el futbolista. En cualquier caso, sus asesores tienen previsto desplazarse la próxima semana a Zaragoza para conocer cuál es la apuesta en firme por Movilla, a quien en Madrid aún le adeudan tres millones de euros.

En un principio, la sensación de que Movilla se pueda quedar en el Vicente Calderón amenaza más que nunca la estrategia de un cuerpo técnico que observa desde la distancia y con incredulidad esta lenta y agotadora espera por un futbolista declarado imprescindible. Suárez defiende que no puede ejecutar nada porque es el Atlético, ahora principal interesado, quien debe dar su visto bueno, pero los técnicos sospechan que existe un pulso a la espera de que el mediocentro rebaje sus pretensiones, una hipotética táctica administrativa que podría resultar perjudicial.

El mercado de verano se ha enrarecido para el equipo aragonés, que a falta de un par de días para regresar al trabajo tan sólo ha cerrado dos fichajes, Aranzabal y Oscar. Durante estos días se está intentando un acercamiento con el Murcia para contratar a Luis García, pero la distancia entre lo que pide su club --tres millones de euros-- y lo que ofrece el Real Zaragoza --la mitad-- es sideral. El mediapunta se presentó ayer con el Murcia, y por la mañana volvió a declarar que, por su parte, está todo decidido para venir a La Romareda. "Quiero jugar en el Zaragoza y en lo económico no habrá problema alguno", dijo. Una vez más el último obstáculo está en la negociación entre los clubs.