Cuando la afección cardiaca de Dwamena obligó a principios de octubre a buscarle un sustituto, el brasileño Jonathas de Jesús fue la primera alternativa en la que el Zaragoza trabajó de forma intensa. Con 30 años (Ribeirao das Neves, 6-3-1989) el punta estaba sin equipo tras rescindir a finales de agosto del Hannover 96 alemán y entrenaba en solitario en Nova Lima junto a Bruno, su preparador personal, a la espera de una oferta en Brasil o de volver a Europa si la propuesta era sugerente. No hizo ni una cosa ni otra y el Zaragoza, desde luego, no logró convencerle en un intento frustrado por las continuas demandas, no solo económicas, del ariete, que al final tuvo que esperar al 31 de enero para encontrar destino, en el Elche, donde vivió su mejor momento en Europa en la 14-15 y al que ha regresado con la idea de recuperar ese brillo.

Y no solo él tiene esa esperanza, también toda la afición del Elche, que recuerda aquella mítica pareja que formó con el exzaragocista Víctor Rodríguez, un reencuentro sobre el césped que todavía no se ha dado por las molestias del mediapunta y porque Jonathas aún no está al nivel competitivo para ser titular en un bloque con la exigencia física de este Elche de Pacheta. Sin embargo, su puesto como referencia es cuestión de tiempo. Ante el Zaragoza, como en su reestreno en Lugo, donde jugó los últimos 24 minutos, empezará salvo sorpresa en el banquillo.

Jonathas, un punta de incuestionable valor por su envergadura, su potencia y su velocidad al espacio, 'mareó' durante varias semanas al Zaragoza, que le ofrecía un contrato por una temporada, mientras que él, además de una mejora económica, quería una vinculación más larga y otras peticiones más de índole personal. El acuerdo, así, fue imposible.

El ariete perdió, durante su cesión de seis meses en la 18-19 al Corinthians desde el Hannover, a su padre y a su madre y además su hermana sufrió un accidente, hechos que condicionaron su rendimiento sobremanera tanto en Brasil como en su regreso a Alemania. Las lesiones musculares fueron continuas y el jugador, padre además de dos niñas, decidió rescindir en verano para tratar de encontrar acomodo en uno de los clubs importantes de Brasil, sin perder de vista el regreso a Europa, aunque nunca a una Liga menor, ya que tuvo ofertas de Rusia y de Turquía, ni tampoco marcharse a Asia, con una suculenta oferta de Tailandia.

El Zaragoza descartó su fichaje y se lanzó a por Darío Poveda, vía luego frustrada también, y Jonathas mantuvo su trabajo individual en Brasil hasta que el Elche sondeó la posibilidad de un retorno mucho más asequible de lo que suponía para el Zaragoza. Con el sí del ariete, permitió la salida de Yacine Qasmi al Rayo para que la afición del Elche se ilusionara con el regreso de un punta que dejó un gran recuerdo en la 14-15. Entones llegó cedido por el Pescara y con 14 goles y 7 asistencias fue clave para sellar una permanencia que después el club ilicitano perdió en los despachos, lo que obligó a su venta a la Real Sociedad por 7,2 millones de euros, aunque de ellos poco más de 600.000 llegaron a las arcas ilicitanas. La carrera de Jonathas perdió brillo después, pero siempre fue un ídolo en Elche, condición que ahora quiere volver a demostrar.