El Real Zaragoza se presenta este sábado (21.00 horas, Gol) en Anduva con la sensación de tener ante sí un órdago a la grande, un envite en el que no es que arriesgue todo lo que tiene, pero sí que llega con la idea de dar este golpe en la mesa que significa derrotar a uno de los equipos más en forma de la categoría, lo que terminaría de completar el rango de fortaleza que exhibió al vencer en el feudo de Las Palmas el martes. El Mirandés, candidato a buscar la permanencia por sus estrecheces salariales y por su condición de recién ascendido, es probablemente el equipo revelación de la temporada junto al Fuenlabrada bajo la batuta de Andoni Iraola. Y ese enemigo espera en un escenario donde el intenso frío y más que probablemente la lluvia también serán protagonistas, sin olvidar los tres partidos, con tres viajes en una semana, que acumula el Zaragoza, aunque el calendario cargado es igual en el enemigo.

El conjunto burgalés ya retrató al Zaragoza de Víctor en La Romareda el pasado 20 de octubre. Entonces, le dio un monumental repaso. El Zaragoza estaba en su peor dinámica y al Mirandés, que llegó al Municipal con un punto sobre el descenso, le estaba costando arrancar, sobre todo a domicilio. Ahora, son dos de los bloques más en forma de la categoría. De hecho, los de Víctor son con 20 puntos los que más han sumado en las 10 últimas jornadas, mientras que los de Iraola llevan 18, dos buenas rentas.

El rival solo ha perdido un partido en su feudo, el primero que jugó y frente al líder Cádiz, por lo que asaltar ese fortín sería toda una declaración de intenciones de que el camino con el objetivo del retorno a Primera es el adecuado. La dinámica actual, salvo el borrón en El Alcoraz, permite pensar en esa meta y también las sensaciones la señalan. Sí, vendrán mal dadas y aún resta camino, pero la pinta actual de este aspirante es casi inmejorable.

En el casi tienen parte de culpa las bajas. El Zaragoza, que ha visto desfilar esta semana a Lasure, a Papu y a Bikoro, y antes dijo adiós a Pombo, llega con lo justo porque la plantilla con cuatro salidas y un fichaje que aún no puede estar, ya que André Pereira arrastra una sobrecarga, tiene lo justo y a eso hay que quitar a Soro, de baja toda la semana por una fuerte amigdalitis. Víctor repite soldados en Miranda en la convocatoria y la escasez de efectivos se acentúa con el cargado calendario, con la Copa y con el partido ante el Mallorca del martes en La Romareda.

Como lo prioritario es la Liga y el ascenso, Víctor dispondrá sus mejores armas en Miranda. Se vislumbra algún cambio, eso sí. Guitián y Clemente se disputan un puesto, aunque si Nieto, único lateral zurdo, tiene descanso en Copa lo normal es que siga este sábado en el equipo Guitián. La entrada de Javi Ros por el meláncólico Kagawa para reforzar la medular o que sea Álex Blanco el elegido es la incógnita. Ros parece tener más opciones.

El Mirandés no pierde en su feudo desde agosto y está sacando un rendimiento extraordinario a los 4,2 millones, el tercer límite salarial más bajo, que tiene, ya que circula solo a un punto de la promoción. Iraola ha dibujado un equipo que juega muy bien al fútbol y que ha sacado un provecho extraordinario a las cesiones. Antonio Sánchez, Guridi, Íñigo Vicente, Marcos André o Merquelanz están a préstamo en Anduva y ofreciendo un rendimiento estupendo. Con esos mimbres y con la baja del sancionado Malsa en la medular llega el equipo burgalés. No es cualquier cosa este Mirandés. Y no es cualquier cosa este Zaragoza. Por eso el órdago en Anduva es a la grande.

Mirandés: Limones; Alexander, Odei, Sergio, Franquesa, Guridi, Antonio Sánchez, Álvaro Rey, Íñigo Vicente, Merquelanz y Marcos André.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Atienza, Guitián, Nieto; Javi Ros, Raúl Guti, Eguaras, James; Puado y Luis Suárez.

Árbitro: Saqués Oscoz (comité vasco).

Estadio: Municipal de Anduva. 21.00 horas, Gol