Ya está. El crédito de 24 millones de euros tan vital para el futuro próximo del Zaragoza recibió ayer el banderazo de salida, después de muchos meses de negociaciones y de que por medio se quedara el aval del Ayuntamiento de Zaragoza, que no pudo avalar los 8 millones para llegar a los 32 que estaban en los planes del club aragonés. Ayer, el Gobierno de Aragón, a través de su consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Eduardo Bandrés, y el Zaragoza, por medio de su presidente Alfonso Soláns, firmaron ese aval de 8 millones que sí pudo dar la DGA.

EN TRES PARTES IGUALES En el acto se firmaron dos escrituras; la mencionada anteriormente y una segunda que incluye dos operaciones de préstamo de 8 millones de euros cada una. La primera de éstas lleva el aval personal de Alfonso Soláns, mientras que la segunda es una garantía hipotecaria sobre los terrenos de la Ciudad Deportiva zaragocista. En total los avales firmados ascienden a 24 millones de euros mientras que el porcentaje del dinero prestado por instituciones financieras es del 37,5% por parte de Ibercaja y la CAI y del 25% por Cajalón.

Soláns destacó que lo firmado era "una operación de crédito, no de subvención", totalmente formal y comercial que había que devolver en los plazos establecidos, tanto el capital como los intereses de la operación. Igualmente, lamentó la ausencia del ayuntamiento --"la cuarta pata", señaló-- por la imposibilidad de esta institución para realizar esa operación. Sin embargo, se mostró convencido de que habrá "otras fórmulas de colaboración" con el ayuntamiento que permitan el fortalecimiento económico del club.

"No piensen que esto es jauja. Esta operación se encuadra fundamentalmente en una refinanciación de la deuda existente", dijo el presidente del club zaragocista, que explicó que hoy mismo la mitad del dinero --12 millones de euros-- volvía a las instituciones de crédito debido a que había que devolver un crédito puente que se firmó en el 2003.

Por su parte, Eduardo Bandrés comentó que era "un día importante" porque por primera vez en la historia del club desde una institución pública se realizaba un aval que suponía "una muestra de confianza y de apoyo al Zaragoza".