Volvió el Real Zaragoza a la senda de la victoria en casa el sábado ante el Tenerife tras el traspié, doloroso, contra el Alcorcón y ratificó que la permanencia, la vital continuidad en Segunda, se va a escribir en los renglones que dibuje La Romareda, donde Juan Ignacio Martínez, desde su llegada a mediados de diciembre, ha firmado 4 triunfos sin encajar goles ante el Lugo, el Logroñés, la Ponferradina y el cuadro chicharrero y 12 puntos de 15 posibles. El Municipal, donde quedan 7 encuentros, ha supuesto el 73,3% de los puntos del Zaragoza en esta Liga, ya que fuera de casa el equipo solo ha sumado 8, por los 22 en su feudo.

Si a ese bagaje con el entrenador alicantino se le añade el botín conquistado por el Zaragoza de Iván Martínez en su único triunfo, ante el Fuenlabrada, el cómputo es de 15 puntos de 18 conquistados en los últimos 6 duelos en La Romareda, que tras el parón por la pandemia fue un sumidero brutal que dilapidó las opciones de ascenso y que empezó la temporada sin ser un fortín. Ahora sí lo es.

Esas cinco victorias en los últimos seis partidos en casa han sido el pasaporte decisivo para que el equipo pueda salir de la zona de descenso y tener ahora tres puntos de ventaja con el infierno. El silencio de La Romareda, la falta de su gente, fue una losa para el Zaragoza, pero ahora, hasta que su parroquia pueda volver, algo que como pronto pasará en mayo y con un porcentaje del aforo, el equipo aprendió a ganar con el espíritu de sus seguidores empujando en un estadio cerrado a cal y canto.

No fue así al comienzo de curso. Baraja, que duró 10 partidos en el puesto, se fue con solo una victoria, agónica y en el tramo final, ante el Albacete, con un gol de Juanjo Narváez, que fue la clave también del empate con dos dianas en el descuento con el Girona. Tres tablas más, ante Las Palmas, Sabadell y Mallorca, y una derrota ante el Málaga cerraron el balance casero del 'Pipo', con siete puntos de 18 posibles. Con Iván Martínez, el Zaragoza solo jugó tres partidos en La Romareda, la mencionada victoria ante el Fuenlabrada, precedida de dos dolorosas derrotas con remontada incluida, ante el Oviedo y el Rayo Vallecano, para sellar tres puntos de nueve.

Así, el Zaragoza, cuando JIM asume el mando en la jornada 18, arrastraba una herencia casera de dos triunfos, cuatro empates y tres derrotas, 10 puntos de 27 posibles, un dato que convertía a La Romareda en un agujero negro, en el quinto peor equipo en casa de la Liga, ya que solo Albacete, Alcorcón y Málaga, con 9 puntos, y Sabadell, con 7, lo hacían peor.

Con JIM el giro en casa ha sido absoluto. Chavarría sentenció al Lugo (1-0), Narváez de penalti y Bermejo, al Logroñés (2-0), el colombiano fue el ejecutor de pena máxima frente a la Ponferradina (1-0) y ante el Tenerife el turno fue de Álex Alegría (1-0). Cuatro triunfos sin encajar una sola diana y, en los últimos cinco partidos en casa, seis si se cuenta la victoria ante el Fuenlabrada con Iván, el Zaragoza, en 540 minutos en su feudo, solo ha recibido un gol, el que Cristian se marcó en propia puerta contra el Alcorcón, el peor de los partidos en casa con JIM.

Las siete citas que restan

Así, el Zaragoza ya suma 22 puntos de 42 en su feudo (52,38%) y es el undécimo mejor local, remontando en ese ranking. Por La Romareda tienen que pasar el Mirandés, el Cartagena y el Castellón, cono enemigos más asequibles, y el Almería, el Sporting, el Espanyol y el Leganés, este en el epílogo liguero, como rivales más fuertes. Las cuentas hablan de sumar 5 o 6 victorias más y con un equipo que solo lleva fuera el 19% de los puntos (8 de 42 posibles con el triunfo en los despachos en Alcorcón) la salvación está claro que es casera.