Raphael Dwamena, de baja indefinida por un problema cardiaco desde octubre, es el único de los ocho cedidos en el Real Zaragoza en esta temporada al que no se le ha prorrogado el vínculo contractual con el club aragonés más allá del 30 de junio para poder afrontar la recta final de la competición. Así, el delantero ghanés finaliza su relación con la entidad zaragocista el próximo martes, tal y como figura en su cesión desde el Levante, y regresa a la entidad granota, donde le quedan dos años de contrato. El ariete sigue dando pasos en el intento de volver a jugar al fútbol y confía en el dictamen de un especialista suizo que le ha asegurado que lo podrá volver a hacer, mientras que el resto de médicos consultados por el delantero o los de los dos clubs, el Levante y el Zaragoza, no ven factible esa posibilidad.

El club aragonés, que ha tenido que hacerse cargo de la totalidad de la ficha del futbolista, en torno a 800.000 euros, dio la baja federativa del jugador en noviembre y ocupó su ficha con la de Puado después de que el 9 de octubre se hiciera pública esa afección en el corazón tras sufrir mareos y alteraciones del ritmo cardiaco en algunos partidos y también en algún entrenamiento. Dwamena, que cumplirá 25 años en septiembre, disputó nueve encuentros con el Real Zaragoza, todos como titular para Víctor Fernández, 649 minutos en los que hizo dos goles hasta la detección de su problema de salud.

Después, el ariete estuvo consultando diversos especialistas, en Barcelona, en Zúrich y también en Ghana, su país de origen, y fue intervenido con éxito en el Hospital Universitario Miguel Servet de la capital aragonesa a finales del mes de enero. La operación constó de dos fases: una primera que consistió en la realización de un estudio electrofisiológico y, posteriormente, el implante de un DAI (Desfibrilador Automático Implantable) que le proteja en caso de aparición de arritmias graves.

Tras esa operación, el delantero ha estado ejercitándose en la Ciudad Deportiva, en el gimnasio, y en mayo se le pudo ver correr por el césped. Ha hecho trabajo suave, sin excesos, muy lejano aún a lo que exige el ritmo de competición y ese es el salto que le queda por dar.

Sus opciones

Dwamena sigue empeñado en volver a jugar y su idea es intentar buscar en unos meses un club donde seguir su carrera. El ariete, ejemplo de profesionalidad y de buen carácter, ha dejado una profunda huella en el vestuario zaragocista, donde todos se han volcado en su apoyo en estos meses. El delantero, de profundas convicciones religiosas y muy implicado siempre en el apoyo a causas solidarias, tiene el cariño de todo el club.

Ahora, su carrera afronta el siguiente paso en el Levante, donde la intención de la entidad granota es rescindir el contrato que tiene por dos años más. Aún no se han sentado a hablar de ello, pero se puede dar por seguro que el club valenciano, con más de 35 futbolistas en nómina para la próxima temporada, buscará ese pacto. Las opciones de Dwamena pasarían por buscar acomodo futbolístico en su país o intentarlo en Suiza, donde hizo muy buen papel en el Zürich. El problema es su historial médico, con el riesgo que puede conllevar esa apuesta para cualquier club. En el 2017 Dwamena estuvo a punto de fichar por el Brighton, pero no pasó el reconocimiento médico por un problema de corazón, al que encontró remedio con la implantación de un holter.