La defensa del Real Zaragoza hace agua y es un coladero. Nada nuevo, por otra parte, porque desde que se descendió a Segunda División, hace ya cinco largos años y medio, ha sido una tónica habitual por desgracia. Firmó el equipo aragonés antes de entrar en barrena unos más que respetables dos goles en cuatro partidos en contra. Desde entonces, cuesta abajo y sin frenos.

Han sido 18 tantos en once jornadas, más todas las ocasiones generadas en contra. Cristian Álvarez no da abasto para achicar todas las oportunidades en las que es atacado y la puntuación de descenso que ostenta el cuadro blanquillo es el fiel espejo de una defensa que no está a altura.

El Zaragoza se reforzará en el mercado de invierno seguro con un central o dos en caso de que hubiese alguna salida. Desde que Grippo se rompiese el ligamento cruzado anterior ante el Granada (que por cierto será operado mañana), Lucas Alcaraz solamente dispone de tres efectivos puros para el eje de la zaga, que son Verdasca, Álex Muñoz y Perone. Hasta el momento, ninguno está cumpliendo con las expectativas ni está teniendo un rendimiento óptimo ni regular. De hecho, el preparador andaluz, que lleva tres partidos con defensa de cinco, ha echado mano de dos laterales como Delmás y Nieto para completar la zaga.

La intención es fichar a un central para suplir a Simone Grippo, pero está la opción de que sean dos. Bruno Perone ya quiso salir en el pasado mercado estival, pero se terminó quedando en el Zaragoza. El brasileño también rechazó otras opciones que no consideró de su agrado. De hecho, al final del mercado de verano estuvo cerca de marcharse al Almería. El brasileño aseguró en rueda de prensa la semana pasada que está feliz y centrado en el Zaragoza, pero no cerró la puerta a su salida en enero.

Por su edad y rendimiento, Perone es el principal candidato de la defensa para abandonar la disciplina blanquilla en invierno, y más a tenor de sus deseos anteriores de salir del club. El Real Zaragoza, si llega alguna oportunidad interesante, no pondrá trabas a que se marche, pero eso propiciará que sea necesario reforzarse con otro central, por lo que serían dos los refuerzos en invierno solo para esa posición.

Una vez se conoció la gravedad de la lesión de Grippo, el Zaragoza sondeó el reducido mercado disponible para buscar un sustituto que pudiese ayudar al instante. Al estar fuera del periodo habilitado para incorporar jugadores, el club solo podía fichar a futbolistas en paro o con contrato en vigor de Primera y Segunda División.

LAS OTRAS SALIDAS

La única opción que interesó de verdad fue Mauro dos Santos, zaguero argentino del Leganés de 29 años que en esta temporada no ha jugado ningún minuto ya que no cuenta para Pellegrino. Eso sí, cuenta con más de 150 partidos de experiencia entre la máxima categoría y la de plata del fútbol español.

Por otra parte, hay otros jugadores que también podrían aligerar la nómina de la plantilla del Zaragoza en un mes. Oliver Buff y Raí están en la misma situación que en verano. El suizo, que ahora está lesionado, ha agotado prácticamente su crédito y, si lo desea, se marchará de la entidad ya que, además, tiene buen cartel en Suiza. Por su parte, el delantero brasileño decidió quedarse al no agradarle ninguna de las opciones para ir cedido, incluida una del Ejea, pero apenas ha jugado y, con Lucas Alcaraz, no ha sido convocado.

Otro caso es el de Jeison Medina. Fue una apuesta arriesgada al venir de Colombia y no ha salido bien. Ni tiene el nivel, ni convence ni ha terminado de adaptarse. Está cedido por dos años, pero la intención es resolver el préstamo lo antes posible. Por último, Toquero podría anunciar su retirada del fútbol por sus problemas en la rodilla en diciembre y, dependiendo de las condiciones, también podría liberar masa salarial para acometer fichajes.

En definitiva, que el Zaragoza se reforzará en enero. Falta saber en cuántos efectivos, algo que determinará el número de salidas. Un central, seguro. Y más vale, porque mientras tanto, el equipo aragonés sigue desangrándose atrás.