Procura Carlos Vigaray llevar la situación con una clara mirada de optimismo, tanto en la capacidad de la sociedad para superar esta situación provocada por la pandemia del coronavirus como en la del propio Zaragoza para retomar la competición cuando llegue ese día: “Este vestuario es profesional y todos estamos haciendo los trabajos para llegar de la mejor forma posible. La unión que hay nos da ese punto de ventaja, porque hemos pasado situaciones complicadas y esta es una más. Sabemos que vamos a salir más fortalecidos”, asegura el lateral de Leganés, que admite, eso sí, que el equipo cuando tenga que volver a jugar será muy difícil que esté al mismo nivel que antes del parón. “La incertidumbre es lo peor que se lleva, no sabes cuándo vas a volver a jugar y a entrenar. Volver al nivel que estábamos es muy difícil, se pierde mucha forma, pero se trata de no perderla toda”.

“Sería muy bonito ver una Romareda llena y seguir luchando por el ascenso, que era el objetivo y que estábamos consiguiendo con buenos resultados y buen fútbol, pero las circunstancias no sé si dejarán jugar a puerta abierta”, reflexiona el defensa, que llegó con la carta de libertad del Alavés el verano pasado y que ha sido indiscutible para Víctor mientras las lesiones se lo han permitido.

El jugador lleva el confinamiento, que va por la cuarta semana, “con tranquilidad, siendo positivos y haciendo deporte y viendo series. Ahora innovando un poco más en la cocina. Nadie se imaginaba esto, si ha pasado será por algo y creo que se pasará lo antes posible. La única solución es quedarse en casa y ser lo máximo responsable posible”. Coincide Vigaray en que esta situación provocada por el coronavirus va a hacernos “recapacitar y ver el valor de esas pequeñas cosas”, aunque lo que más echa de menos es el trabajo diario con sus compañeros: “Ese contacto diario se echa en falta, es una parte de tu vida. Todo llegará y podremos disfrutar con la afición del Zaragoza, que se lo merece"

Divide su día entre las rutinas de trabajo físico entre la mañana y la tarde y la play y ver series y películas en sus ratos de ocio, además de estar pendiente de su familia, que vive en Madrid en su mayoría: “No la tienes aquí cerca, te acuerdas de tus seres queridos. Con la tecnología puedes hablar con ellos y puedes verlos, pero se lleva un poco mal”, asevera, para lanzar un mensaje optimista: “De todas formas, seguro que pronto saldremos adelante y más fuertes".