Logró Alberto Zapater Arjol en Vallecas y ante el Rayo ingresar en el 'top 10' de zaragocistas con más partidos oficiales, echando el guante a Güerri y a Belsué, con 345. A ambos superará este lunes si JIM mantiene ante el Mirandés el puesto que el ejeano se ha ganado en los últimos encuentros. «Es entrega, compromiso y raza. Eso es lo que veo en Alberto». La frase es de Violeta, pero la suscriben otros históricos, los tres centrocampistas que están esa lista, con el propio Güerri, con Aragón, que llegó a 362 citas de zaragocista, y con Señor, que alcanzó las 369, lo mismo que también hacen Aguado y Violeta, los que más alto dejaron el listón, con 473. Todos subrayan la profesionalidad y el espíritu indomable del futbolista nacido en Ejea y que cumple este curso su décima temporada en el Zaragoza y la decimoséptima como profesional, con pasos por Italia (Genoa), Portugal (Sporting) y Rusia (Lokomotiv), desde que Víctor Muñoz le dio la oportunidad en el 2004 de dar el salto desde el juvenil y con 19 años, un tren que no dejó escapar y que marcó el inicio de la leyenda blanquilla de 'Zapa'.

Güerri: "Un ejemplo de entrega"

Paco Güerri llegó a las 10 temporadas también como zaragocista, con 345 partidos entre la 78-79 y la 87-88 antes de acabar su carrera en Las Palmas. «Es un jugador que se parece a lo que yo era, en la fuerza, en el trabajo y en el compromiso de ir para arriba y para abajo. Los dos además somos aragoneses y sabemos lo que implica defender esa camiseta y a esa afición tan maravillosa», explica el centrocampista nacido en Benasque y que llegó a ser internacional en tres ocasiones.

«Para mí es un ejemplo de entrega, de sacrificio defendiendo esos colores y se merece todo lo bueno que le pase. Es que cuando sale al campo ya veo un Zaragoza diferente, por todo lo que transmite y porque siempre se deja la piel», argumenta este aragonés ahora afincado en Las Palmas y que tiene claro el papel que ahora representa Zapa. «Se lo ha currado, porque es un ejemplo para muchos, para los que ahora vienen de abajo, de la cantera. Para mí es un halago que alguien como él me supere», sentencia.

Aragón: "Un gran profesional"

Lo puede hacer muy pronto, lo mismo que alcanzar a Severino Reija, lateral de los Magníficos y que se quedó en 347, mientras que los dos siguientes son el guardameta Cedrún (361) y otro centrocampista, Santi Aragón (362), dos de los Héroes de París, dos futbolistas que levantaron la Recopa. «Llegar a esas cifras no está al alcance de muchos, ha jugado fuera de Zaragoza y se le ha reconocido sobre todo en su casa. Ha vivido además de todo en el fútbol, los inicios con Víctor, jugar en Primera, la salida que me consta que fue difícil, aquella lesión y el retorno para ayudar desde una posición distinta y en una situación diferente, con peso en el vestuario y menor protagonismo en el campo. Una carrera tan larga da para mucho», resume Aragón, que estuvo 11 temporadas en el Zaragoza, entre 1992 y 2003, aunque como profesional llegó hasta las 17, las mismas que Alberto ahora.

«Si se llevan tantos años en el fútbol solo puede ser porque es un gran profesional, un jugador entregado a lo que le gusta hacer, con esa constancia y ese compromiso», resume el exjugador malagueño, recordando el espíritu de superación que Zapa ha tenido para dejar atrás aquella lesión de espalda que le lastró completamente en Moscú, en el Lokomotiv, durante varias temporadas o la de rodilla que vivió en el curso pasado. «Le costó volver a su mejor tono tras las lesiones, pero en esta etapa siempre ha tenido claro cuál debía ser su sitio a la hora de aportar», recalca.

«La posición de centrocampista se presta más a regenerarte en el fútbol», avisa Aragón, un medio de perfil muy diferente a Zapater, con un talento claro en la distribución y menos despliegue que el ejeano. «Tienes que tener una buena condición física y más en el fútbol de ahora, pero la experiencia te permite que no sea tan vital ser tan rápido a nivel físico si lo eres a nivel mental o técnicamente, también en la capacidad para saber ubicarte y anticiparte. Ahí está el secreto de la longevidad mayor de los centrocampistas y también en el caso de Zapater, porque los delanteros y los defensas viven más de la velocidad», añade, advirtiendo eso sí que el ejeano también ha tenido un buen golpeo de balón.

«Su nivel técnico ha sido bueno, porque si no es imposible jugar en el Zaragoza en Primera, en Italia, en Portugal o en Rusia, pero es un centrocampista diferente a mí, aunque siempre me ha gustado también su golpeo de falta, se ha erigido en lanzador y lo hace muy bien», concluye, algo más que un halago viniendo de un jugador como Aragón.

Señor: "No olvida sus orígenes"

Tras Pardeza (368), otro de los que levantaron la Recopa y Casuco (369), casi dueño de la banda derecha en el Zaragoza de los 80, llega Juan Señor, con esa misma cifra y con 9 temporadas de zaragocista, desde la 81-82 y hasta la 89-90, cuando un problema cardiaco le obligó a dejar el fútbol. «Es un meritazo sin duda que Alberto haya llegado ahí y es muy probable que a esa lista no se incorpore casi nadie más tal y como ha evolucionado el fútbol. Por eso es un evento a celebrar», indica Juan, que disputó 304 de esos partidos en Primera y que fue 41 veces internacional.

Para el excentrocampista madrileño las virtudes de Zapater se centran en lo que supone de ejemplo futbolístico. «Es uno de esos casos de jugador que jamás olvida sus orígenes y esa humildad le ha llevado a ser un trabajador siempre persistente y en la búsqueda de forma permanente de la mejora. Esa es la clave de que haya estado tantos años, que siga con ese esfuerzo y sacrificio, solventando lesiones, regresando al Zaragoza para decir aquí estoy yo y pongo mi granito de arena. Todo se resume en la palabra profesionalidad», sentencia Señor, que hace énfasis en el cambio de rol del jugador, protagonista en su primera etapa hasta que Agapito Iglesias lo traspasó al Genoa en el 2009 por 4 millones de euros y ahora con un papel distinto: «Ha antepuesto la parcela del funcionamiento del grupo a su protagonismo. Normalmente los grandes, y a él le podemos considerar ya así, al final brillan porque asumen que deben poner todo en beneficio del grupo sin pensar en ellos».

Violeta: "Un sentimiento insuperable"

El ya fallecido Manolo González, histórico central que vivió la época de los Magníficos y los Zaraguayos, se quedó en 382 y en lo más alto están José Luis Violeta y Xavi Aguado, con 473 partidos, una cifra que Alberto, que cumple 36 años el 13 de junio, no alcanzará y probablemente no lo haga nadie en mucho tiempo. «Zapater echa el resto en el campo. Ha sido un muy buen jugador, pero ahora me quedo con lo que aporta en los entrenamientos y en el grupo, le veo con un sentimiento hacia nuestro equipo insuperable y es un ejemplo», dice Violeta, histórico central y portador tantos años de un brazalete de capitán que han llevado todos los jugadores de este 'top ten'. Violeta, como Aguado, son ejemplos de 'one club men', futbolistas de un solo equipo profesional, algo que no ha vivido Zapater, que «volvió para arrimar el hombro. Ha tenido la mala suerte de disputar muchos partidos en Segunda con el Zaragoza, pero por su forma de jugar y sus condiciones ha sido un futbolista de primer nivel y se merece todo lo bueno que le pase».

Aguado: "Se ha ido adaptando"

La vinculación de Xavi Aguado con el ejeano es especial, porque fue el representante del jugador en sus inicios, antes de que Manolo García Quilón llevara al capitán zaragocista. «Cuando aparece con 19 años en el primer equipo tenía ese físico, pero 'Zapa' siempre ha poseído mucha calidad y un golpeo de balón excepcional. Cuando hablé con Víctor Muñoz para que se lo llevara a la pretemporada veía un jugador muy similar a Víctor en el recorrido y en la entrega, pero ninguno de los dos esperábamos una carrera así, aunque sí tenía claro que iba a llegar a Primera, pero no con una trayectoria tan larga y prodigiosa», rememora Xavi, recordando aquel 'stage' en Nyon (Suiza) al que 'Zapa' se subió porque Víctor escuchó también a Carlos Rojo, técnico entonces del juvenil, y vio en Alberto a un jugador con muchas cosas que decir.

Lo hizo desde el primer amistoso en aquella pretemporada, ante el Olympique de Marsella, y levantó poco después la Supercopa como titular, el último trofeo que ha visto el zaragocismo. «Supo ganarse bien su sitio desde el principio, con esa constancia que tiene y dejó partidos increíbles, como aquella Supercopa o el 6-1 al Madrid», recuerda el excentral.

Ahora, tras casi 17 años desde aquel lejano verano del 2004 Aguado reconoce el mérito indiscutible de un futbolista, «con ese empuje en su ideario, con el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que siempre demuestra y que fue clave tanto para superar sus problemas de espalda como el año pasado con la rodilla. No es fácil en estos tiempos estar tanto en un club, aunque en Segunda sí pueda resultar más sencillo prolongar tu carrera»

«Como jugador se ha ido adaptando. El físico baja, pero él entiende bien el juego y sabe anticiparse o interpretar la jugada. Ese es su mayor valor ahora», subraya Aguado, que deja una reflexión que resume la carrera de Zapater. «Ha demostrado que cuando te entregas y no bajas los brazos el fútbol te da mucho». Y a Alberto le ha dado el sitio entre los grandes del Zaragoza, en la leyenda.