Alberto Zapater, primer capitán del Real Zaragoza, ha sido el que ha encabezado la negociación con el club, junto a los otros cuatro capitanes, Ros, Guitián, Eguaras y Cristian Álvarez, para la rebaja salarial de la plantilla por la crisis del coronavirus que puede rondar en torno al 25% en el caso de que LaLiga no se reanude, aunque contempla diferentes escenarios. La SAD también ha aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo para los trabajadores de la entidad. “La situación es la que es. Hemos hecho un esfuerzo todas las partes, era lo que tocaba, lo que había que hacer. La situación no entraba en los planes de nadie y tocaba asumirla”, asegura 'Zapa', que en una entrevista en los medios del club añade: “No podemos pensar en que no nos toca, porque formamos parte del fútbol y del club. Se nos explicó lo que requería la situación, hemos intentado ser todo el mundo honestos y transparentes y se ha llegado al acuerdo que todos creemos que es el mejor y que solucione el problema que esperemos que no haya (en referencia a la suspensión definitiva de la Liga). Es algo que va a vivir todo el mundo del fútbol, que durante un tiempo no va a ser igual”, afirmó Zapater, que como primer capitán es el designado para la reunión que tendrán vía telemática todos los capitanes de los equipos de Primera y Segunda para analizar las propuestas de LaLiga y las condiciones de una hipotética vuelta al fútbol a partir de junio. Esa reunión iba a ser la próxima semana pero finalmente será este viernes por la tarde en el caso de la élite y mañana sábado en la categoría de plata.

En todo caso, el capitán cree que ahora el fútbol es algo muy secundario, que lo prioritario es luchar para que esta pandemia del coronavirus acabe cuanto antes. "No evadimos la situación de que cada día hay gente muriendo, gente que lo va a pasar muy mal económicamente. Pones las noticias y el fútbol pasa a un no sé qué plano para muchísima gente, que ni lo tendrá en su cabeza. Hay personas muriendo cada día, solo con eso ya está dicho todo”, explica el jugador zaragocista, una de las leyendas de la entidad, con más de 300 partidos oficiales con la camiseta blanquilla: "Pienso en mi madre, en mis tíos, en mis suegros, aunque saber que los niños no son tan vulnerables pues todos los padres pensamos lo mismo. Es algo irreal, a todos nos pasa que no nos creemos lo que sucede. Hay días que estás bajo y otros lo ves más positivo. Tengo familia en Madrid, donde está pegando fuerte, y hemos tenido casos de amigos cercanos que han fallecido familiares. Además, la muerte cómo es, sin despedirte de tu familia y pensar que cada día hay que si 800 o 900 muertos. Es muy trágico la verdad”.

El fútbol será sin gente

Su caso es distinto a sus compañeros porque llevaba toda la temporada al margen del grupo por sus molestias en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, de las que fue operado a finales de octubre en Londres y de las que ha estado recuperándose en Barcelona hasta dos semanas antes de que llegara el parón. “He estado mucho tiempo sin entrenar con mis compañeros y ahora lo hago dos días y ya no lo hago más. Intento pensar en volver, buscando ese objetivo diario que yo ya tenía de entrenarme y jugar. Hacerlo con gente seguramente no va a pasar y el fútbol sin la afición no tiene mucho sentido. Si se llega a jugar, será sin afición y la vida con aglomeraciones tardaremos mucho en vivirla y seguiremos tomando precauciones porque este virus aún no tiene una cura”, reflexiona 'Zapa', consciente de que el escenario de acabar la competición a puerta cerrada, si se logra acabar, es el más factible. “Yo veía ya la luz para volver a jugar, hay gente que me dice que esto me habrá venido bien y es al revés, yo necesitaba entrenar con mis compañeros, sentir el campo”, añade.

El Zaragoza era segundo y en ascenso directo cuando la competición paró tras 31 jornadas, una interrupción que no va a ayudar al objetivo del equipo. “Mis compañeros estaban en un momento increíble a estas alturas y esto te corta todo, la preparación física y la mental y, si se vuelve a jugar, va a ser una nueva temporada, un nuevo escenario, con la suerte de ir segundos y con cinco puntos con el tercero”, indica el capitán zaragocista, que tiene presente lo vivido en Rusia cuando era jugador del Lokomotiv. “Nos daban un mes de Navidad y a mí me mató, porque mi cuerpo no estaba acostumbrado a ese parón. Eso le pasará a todo el mundo. Por mucho que se entrene en casa, no tiene nada que ver. Va a ser todo muy diferente, habrá lesiones, se va a jugar, si se hace, en unas temperaturas altas, en un momento que no solemos hacerlo. Nos adaptaremos. Y yo la ilusión que tengo es que se pueda volver a jugar y creo que pasará”.

Volver a La Romareda

Tras muchas semanas haciendo recuperación en Barcelona y sin disfrutar apenas de su mujer María y sus dos hijos pequeños, Alejandra y Óliver, este parón también le está sirviendo para recuperar ese tiempo con ellos. “Y no me puedo quejar, tengo una casa con jardín y eso es un tesoro ahora”, explica, razonando después sobre un aspecto positivo que tendrá esta grave crisis: “En cuanto pase un tiempo se olvidará un poco esto, pero también creo que nada será como antes, se valorará todo mucho más, sobre todo en las nuevas generaciones”.

En la parte final de la charla con los medios del club se incorpora Oliver y Zapater explica que su gran ilusión y la de sus pequeños es volverlo a ver jugando en La Romareda: "Lo he visualizado muchas veces, jugar y hacerme una foto con ellos con la equipación de este año que tienen. El fútbol volverá, si no es ahora, será con más gente más adelante”, concluye.