En el seno del Real Zaragoza existe el pleno convencimiento de que tanto Chechu Dorado como Miguel Linares serán jugadores del Real Zaragoza en las próximas semanas. La confianza es absoluta, al igual que el acuerdo con ambos futbolistas, que, si no hay cambio de opinión, serán los dos únicos refuerzos del club aragonés en el mercado invernal. Todo está cerrado a la espera de pulir los últimos flecos que, en todo caso, no atesoran de entidad suficiente como para suponer una amenaza. Dorado y Linares acabarán la temporada como zaragocistas o, al menos, así se entiende desde la entidad blanquilla.

El central andaluz volverá a tierras aragonesas cuando se salve el último escollo, que afecta a la duración del contrato que unirá a Dorado con el Zaragoza. El club pretende una incorporación hasta el 30 de junio con una cláusula de renovación por una temporada más en caso de que el cordobés juegue 15 partidos. Sin embargo, el central cordobés considera que esa cantidad de encuentros es demasiado elevada, ya que tan solo restan 23 -dos de la primera vuelta y los 21 de la segunda- para que acabe la temporada.

El Zaragoza pugna con otro equipo de su misma categoría que aspira a hacerse con los servicios de Dorado. Se trata del Rayo Majadahonda, que, además, no incluye cláusula alguna de renovación de partidos en el contrato de una campaña y media que ofrece al futbolista. Pero, con todo, no parece que la diferencia que ahora separa a Dorado y el Zaragoza sea insalvable. Ni mucho menos. Al menos así se entiende desde la entidad, que aspira a anunciar la incorporación del defensa lo antes posible, aunque, de momento, sigue firme en mantener esos 15 partidos como condición indispensable para que Dorado, de 36 años, renueve su vínculo por un año más.

A LA ESPERA

El caso de Linares es algo distinto, ya que su fichaje no está en manos de una u otra parte. El acuerdo es total, pero la delicada situación del Reus, actual club del delantero zaragozano, obliga a esperar a que se produzca un desenlace definitivo. De momento, la plantilla vuelve hoy mismo a los entrenamientos después del margen otorgado al club catalán para encontrar una vía de escape al grave problema de impagos que amenaza la viabilidad de la entidad. De momento, el Reus, que juega el próximo domingo en Málaga, apenas cuenta con 12 integrantes de la primera plantilla después de que otros siete hayan rescindido sus respectivos contratos y, en consecuencia, hayan quedado libres. No es el caso de Linares, que sigue vinculado al Reus, pero el aragonés ya ha dejado claro que solo quiere jugar en el Real Zaragoza y presionará para que así sea. En todo caso, las próximas horas serán clave para conocer el futuro inmediato del club tarraconense, aunque todo apunta a que el propietario y máximo accionista, Joan Oliver, que sigue buscando comprador para una entidad acuciada por una deuda de alrededor de cinco millones de euros, no tendrá éxito.

De este modo, Dorado y Linares se convertirán en los dos fichajes del Real Zaragoza hasta final de temporada. Y serán los únicos porque el club aragonés no contempla más movimientos en lo que a incorporaciones se refiere. La intención es acometer las salidas de jugadores con los que no se cuenta, como Raí, Medina, Buff o incluso Perone -además de la previsible retirada de Toquero-, pero todo apunta a que no habrá más llegadas independientemente del número de salidas que se produzcan.

Estos dos fichajes se unirán al de Guitián, incorporado para cubrir la baja del lesionado Grippo. con lo que la defensa se convertirá, con dos efectivos, en la línea más reforzada de todo el equipo. Con Dorado, la nómina de centrales de la plantilla se elevará a cinco -Verdasca, Guitián, Álex Muñoz, Perone y el propio Dorado- a expensas de lo que suceda con el brasileño, que podría salir.

Por su parte, la vanguardia crecerá en número con la llegada de Linares, que se añadirá a Álvaro y Marc Gual como referencias ofensivas del equipo. El propio entrenador, Víctor Fernández, ya expuso al club la necesidad de reforzar esa zona ante la lesión incapacitante de Toquero y los problemas de adaptación de Jason Medina, que, previsiblemente, regresará a su país, Colombia.