Inútil. Que no sirve para nada. Esa es la definición que da el diccionario de la panicera María Moliner al vocablo de deshecho. Baldío, imposible, puede encajarse en la descripción del evento que esta tarde (19.30 horas) hará iluminar de nuevo los focos del remozado Alcoraz. Vacío de interés para las mentes matemáticas, empíricas, esas que creen en lo que ven y no echan cuentas desde la fantasía sino desde los hechos.

Pocas aventuras oníricas, invitaciones a las locuras, caben en la afición del Huesca, lapidados sus sueños de fiesta con Copa tras el 4-0 de San Mames. La vuelta de esa tercera ronda histórica para el club por el mérito de nacer en Primera, queda descafeinada salvo que se confíe ciegamente en las posibilidades de un equipo que lleva tres meses sin ganar. ¿Remontar? Una hazaña quijotesca.

Inútil puede ser la alusión a la ilusión. Que tampoco. Pero definir el partido como inútil por la proeza del imposible es un ejercicio lingüistico zafio por otras aristas que se abren para un Huesca necesitado. Porque le quedan muchas cuentas pendientes consigo mismo como para echar a perder una nueva oportunidad, y van no sé cuántas, de resarcirse de todo lo malo que le está ocurriendo en esta, no perdamos el norte, temporada histórica. Recibir al Athletic de Bilbao en Copa no es algo que vaya a ocurrir cada 6 de diciembre, por lo que habrá que relamerse con el espectáculo, pese a que sobre el césped se vayan a apostar columnas de soldados segundones.

La vuelta de Melero / Inútil no puede ser un partido en el que se espera la reaparición de Gonzalo Melero. La pubalgia parece ser un capítulo escrito en pasado para uno de los artífices del ascenso y posible referente de un futuro más esperanzador. Lesionado en los albores de la llegada del técnico Francisco, no se ha visto al medio incrustado en el sistema del almeriense, dejando así que Moi pueda desempeñar otras misiones y aumentar la polivalencia de la medular y el número de efectivos.

Sin ritmo tras tantas semanas de recuperación, y con el Real Madrid, su Real Madrid, a la vuelta de la esquina, será esta una buena ocasión para cargar minutos ante su regreso a Primera. Una buena noticia en una enfermería atestada de efectivos: Gallar, Akapo, Semedo y Luisinho.

Inútil es un adjetivo caduco para aquellos canteranos, los defensas Almerge y Uche, que esta semana han abandonado temporalmente el Almudévar para aliviar las bajas con las que afronta el Huesca de Francisco este partido con genética de trámite y que podrían tener sus minutos. Trámite quizá por el resultado de Bilbao, pero no para aquellos que pueden contar el día de hoy como ese en el que debutaron con un Primera. Por cierto, sin dudas con un entrenador que ha sumado dos puntos de 18 en juego.

Tampoco parece inútil por un asunto inconcluso y vertebral. La victoria. Convencer a ese amante correoso, que se deja querer, pero no se deja atrapar, será la misión irrenunciable. Una misión inacabada y resbaladiza como un pez fuera del agua. Sin que su adquisición se pueda canjear por tres puntos, la obsesión que se clava entre ceja y ceja del Huesca cada fin de semana, ganar al Athletic, o cualquiera, sea en jueves o sea igual de clara la eliminación de este torneo, no es un premio despreciable por el hambre de resultados que hace agonizar a este equipo.

Porque el estado anímico del grupo precisa de ese golpe de efecto, de esa descarga de un peso que ha merecido quitarse de encima y que no ha conseguido pese a los méritos. El triunfo sería la mejor de las medicinas para encarar una jornada de celebración e histórica el siguiente domingo con la visita del todopoderoso, o quizá esta campaña no tanto, Real Madrid.

Estreno de Garitano / Ni siquiera saltando la valla, poniéndose en la piel del rival, parece un evento inútil. El Athletic estrenará en el Alcoraz solución para la crisis. El Ciudad de Valencia (3-0) fue la tumba del proyecto de Eduardo Berizzo, al que ni la goleada de la ida dio suficiente terreno de salvación tras la derrota ante el Levante. La destitución del argentino, con un único triunfo en Liga y pese al apoyo de la plantilla, dará la alternativa para el técnico del filial, sobradamente preparado tras su bagaje anterior.

Gaizka Garitano debuta como primer espada del equipo vizcaíno con experiencia previa en la máxima categoría con las riendas de Eibar, al que llevó a lo más alto desde Segunda B, y Deportivo. Huesca le concederá una alternativa en la que se presupone que no arriesgará y pondrá en liza a un puñado de jugadores de banquillo y canteranos que no deben sufrir en exceso para mantener la renta de la goleada de San Mamés.