Quisieron que pareciera un accidente pero su macabro plan les salió mal. Una mujer de 45 años, cuyas iniciales son D. F. L., y su amante, de 57, han sido detenidos por la Guardia Civil como presuntos responsables de la muerte del marido de ella. La víctima, de nacionalidad francesa, al igual que los dos arrestados, murió en julio después de ser atropellada en Valladolid.

Los agentes sospecharon desde el principio que los amantes habían urdido el asesinato. De hecho, descubrieron que la viuda recibió una herencia de 30 millones de euros. Las detenciones se produjeron en Lyón (Francia) y en Barcelona a finales de enero.

El atropello mortal de S. J., de 76 años, tuvo lugar el 12 de julio en el kilómetro 407 de la N-122 (Zaragoza-Portugal), en el término vallisoletano de Villalar de los Comuneros. Según los agentes, la mujer arrestada viajaba en coche junto a su marido. La mujer "fingió tener una avería" y pidió al marido que se bajara para poner los triángulos de señalización. En ese momento, fue embestido por un todoterreno y falleció. Cuando fue interrogada, la viuda sólo respondió que el todoterreno era de color gris y que el conductor se había dado a la fuga.

Los responsables de Tráfico remitieron el suceso a la policía judicial de la Guardia Civil de Valladolid. Los agentes se pusieron en contacto con sus colegas en Francia y averiguaron que la mujer era la única heredera de la fortuna de su marido, valorada en unos 30 millones de euros. Además, se enteraron de que la arrestada tenía un amante y que éste vivía en una casa del matrimonio en Santa Pola (Alicante).

Alojado en Zaragoza

Gracias a la colaboración de la Guardia Civil de varias provincias, los agentes averiguaron que el amante tenía dos vehículos todoterrenos registrados a su nombre. El día del atropello, el hombre estaba alojado en un hotel de Zaragoza, al que se había desplazado el día anterior desde Francia. Uno de sus coches tenía un golpe "compatible" con el atropello.