Con un título tan efectista como Star trash (basura de las estrellas), los fotógrafos franceses Pascal Rostain y Bruno Mouron han montado una exposición en una galería de Nueva York para mostrar, en grandes fotos a modo de collage, los desperdicios de Madonna, Charlize Theron, Sharon Stone, Antonio Banderas y, así, hasta 25 famosos con vivienda en Los Angeles.

Casa por casa fueron recogiendo la basura en 1990, 1996 y el 2004, eligiendo las piezas que luego fotografiaron sobre un fondo de terciopelo negro. El resultado, mucho más curioso que cualquier portada del corazón, está llenando sus bolsillos a razón de 4.900 euros por foto.

Y así se entera el público de que en casa de Madonna siguen una dieta típicamente americana, con cereales, pizza, pasta y menús del McDonald´s; que Sharon Stone tanto consume bombones como sacarina, y que la actriz de Monster compra en la exclusiva boutique Barneys de Nueva York, bebe leche de soja y quiere dejar de fumar, a juzgar por los paquetes de tabaco y los parches antinicotina hallados junto a su puerta. "La idea nació en 1989; leímos un artículo sobre dos estudiantes de Sociología que recogieron basura de familias francesas durante un año. Entonces trabajábamos en la revista Paris Match y quisimos hacer lo mismo, pero con franceses conocidos", dice Pascal Rostain a este diario.

El reportaje gráfico fue todo un éxito y viajaron a Los Angeles, la ciudad con más estrellas por metro cuadrado. Y aunque ambos aseguran que no quieren tabloides ("por eso no hemos incluido medicamentos ni productos relacionados con el sexo"), el tema no pasó desapercibido en las páginas de cotilleos, que se han hecho eco de los pañales para adultos que mostraba la foto de la estrella de la CNN Larry King, de 70 años. "Creímos que eran para niños, pero tras el revuelo retiramos esa imagen", afirma Rostain.

Sus fotos también sugieren que el gobernador Arnold Schwarzenegger fuma habanos, prohibidos en EEUU; que Colin, el hijo de Tom Hanks, ganó 974 euros en Las Vegas, y que Tom Cruise usa hasta 13 productos de cuidado facial. Antonio Banderas ojea las revistas del corazón españolas y esquió en Andorra días antes de que metieran mano en su basura.

Permiso no pidieron. "De haberlo hecho, podrían haber organizado sus desperdicios y esta exposición sería una mentira más", dice Rostain.