El Fórum se la juega. Tras una semana lluviosa y plagada de polémicas, el buen tiempo evaluará el éxito o fracaso del gran acontecimiento de Barcelona, que hoy cumple una semana. El portavoz del Fórum, Oleguer Sarsanedas, consideró ayer que el sol es un "elemento clave" que favorecerá el aumento de visitas en el primer domingo en el que la organización permite entrar comida y salir durante unas horas del recinto.

Aunque la organización no tiene previsto facilitar datos sobre el número de visitas del fin de semana hasta el próximo lunes, Sarsanedas declaró que "se espera un aumento significativo de asistencia de público durante este fin de semana, debido al buen tiempo". Los organizadores del Fórum llegaron a justificar el flojo arranque del pasado domingo con la excusa de que, antes de la inauguración, alertaron demasiadas veces de que, a las pocas horas, tal vez tuvieran que cerrar puertas por las aglomeraciones de gente.

INTERESANTE LECCION En espera de la crucial jornada de hoy, la de ayer fue una sesión de interesantes lecciones. La polémica de los bocadillos demostró haber sido totalmente innecesaria, aunque el presidente catalán, Pasqual Maragall, sostenga que ha sido publicidad de gorra. El recinto no degeneró en un merendero, como temía la organización. De hecho, fue incluso difícil dar, para una de las fotos de la jornada, con algún visitante en pleno almuerzo de casa.

Salir y volver a entrar del recinto del Fórum --pudo comprobarse-- tampoco entrañaba ningún tipo de problema logístico.

La necesidad de instalar nuevos espacios de sombra --otra de las quejas-- "también está en proceso de resolverse", indicó Sarsanedas, quien añadió que los 70.000 metros cuadrados sin sol prometidos quedarán instalados en 15 días.

COLAS Por su lado, las exposiciones principales corren suertes diversas. Los guerreros de Xi´an siempre tienen su pequeña cola, que casi ejerce de gancho para otros visitantes. Voces y Esquinas , en cambio, permanecen aún en un inquietante letargo, que la organización no sabe como resolver. No es un problema. Con una ocupación razonable, el recinto del 2004 destacó ayer por la vida de sus espacios de pequeño y mediano formato, por las 200 personas que ayer se agolpaban junto a los indios de Apostrohe 99, el medio millar que un rato antes disfrutaba con Esclat Gospel Singers, las decenas que se relajaban mientras en los distintos rincones de la jaima y, a toda hora, por el público de la zona de juegos, sin duda uno de los lugares que mejor permiten conocer de qué va el Fórum. No en vano es allí donde, con una tablero de por medio o un juego traído de otro punto del planeta, los visitantes resuelven conflictos de forma amigable.

LA RUA DE CARLINHOS Mientras el recinto del Fórum digería los cambios, Carlinhos Brown convertía el paseo de Gracia de Barcelona en una sucursal del Carnaval brasileño de Salvador de Bahía. El ensordecedor espectáculo de samba, en el que Brown presidía una espectacular carroza, hizo bailar a 400.000 personas. Tan solo el monumental colapso circulatorio ensombreció una jornada para la esperanza.

Pero eso era ayer. Hoy es cuando el Fórum se la juega.