La Guardia Civil y el FBI han detenido a 31 personas e identificado a 145 menores, la mayoría niñas, que habían sido captadas para participar en una plataforma de internet de videoconferencias en las que las víctimas grababan vídeos de contenido sexual.

La operación Craven, iniciada en el 2016, ha permitido a la Guardia Civil el cierre definitivo de esta plataforma en la red administrada desde España y utilizada por varios grupos criminales para conseguir la participación de menores en actividades sexuales. En España el grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado ha arrestado a tres personas -una de ellas detenida hace un año en Alicante y que ha sido condenada ya a 180 años de prisión- y ha identificado a ocho menores, mientras que la mayoría de actuaciones policiales se han practicado en EEUU.

Entre los detenidos había cazadores, un rol que consistía en rastrear a menores en diferentes redes sociales, principalmente niñas de entre 8 y 14 años de edad a las que enviaban enlaces animándolas a participar en la plataforma intervenida.

Una vez se ganaban la confianza de los menores con juegos propios de su edad, les incitaban a seguir otras prácticas con contenido sexual a través de su webcam.

Durante esta fase participan ya los denominados loopers o lanzaderas. Su tarea era la de engañar a las víctimas con esos juegos infantiles para lo cual difundían otros similares ya elaborados para que los niños los imitasen.

Desde el 2018 se ha producido registros en Alicante y Getafe, lo que permitió dar con los sospechosos.