El conflicto laboral que el sindicato de controladores áereos mantiene con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) provocó ayer un nuevo caos en las terminales. En total, 52 vuelos fueron anulados. El Prat registró 12 cancelaciones, y Barajas, 19. El 60% de los despegues y aterrizajes sufrieron retrasos y la demora media en los más de 40 aeródromos fue de 46 minutos, según AENA. A pesar de que el conflicto, por la falta de personal, se limitó al centro de control de Madrid, el caos se extendió a toda España ya que más de la mitad de los vuelos atraviesan el cielo de la capital.

La dirección de AENA achacó el caos a la negativa de los controladores que trabajan en Madrid a cumplir una jornada laboral ampliada, como vienen realizando desde hace dos años. Sin embargo, la Unión Sindical de Controladores (USCA) corrigió la versión y explicó que el caos se originó por "un malentendido" de los propios empleados.

JORNADA AMPLIADA En marzo del 2002, los representantes del sindicato y los de AENA llegaron a un acuerdo según el cual los controladores --2.000 en toda España-- se comprometieron a realizar una ampliación de jornada. Es decir, sus 120 horas al mes pasaron a ser 168 (como máximo) o 128 (como mínimo). El acuerdo expiró el 31 de diciembre pasado sin que ninguna de las dos partes firmara la continuidad del texto.

El pasado viernes, los representantes del sindicato mantuvieron una reunión con la dirección de AENA. No se llegó a ninguna conclusión, pero ambas partes entendieron que las negociaciones quedaban paradas hasta el 8 de enero, según explicó ayer el presidente del sindicato, Juan María Gil. "Ese día, supuestamente, firmaremos el acuerdo sobre la ampliación de jornada. Y hasta entonces, decidimos que lo mejor era poner fuerza de voluntad por parte de los controladores y hacer apaños para ajustar las plantillas y evitar que la falta de personal provocara situaciones de caos", añadió Gil.

Sin embargo, a la hora de comunicar a los trabajadores la decisión, el personal del centro de control de Madrid "fue el único que entendió mal y creyó que las negociaciones estaban rotas", según el responsable sindical. El resultado fue que Madrid estaba operativo no con sus 50 controladores sino con la mitad.

NORMALIDAD POR LA TARDE El sindicato insistió en el "malentendido" y descartó problemas internos con los empleados. Por su parte, el director general de AENA, José Eladio Seco, apeló a la responsabilidad de los controladores para recuperar la normalidad. Esta llegó a última hora de la tarde, cuando los trabajadores del centro de Madrid, realizaron un horario ampliado.