Las denuncias por violencia machista crecieron en el 2016 el 10,6% respecto del año anterior, alcanzando un total de 142.893. Un registro solo superado en el 2006, cuando se contabilizaron 158.883, según el último balance del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El Gobierno ha evaluado positivamente que «se denuncie más». Cada cuatro minutos se presentó una denuncia el año pasado.

El año 2006 fue el primero en que funcionaron los juzgados especializados en violencia machista y, quizás por esta circunstancia, se dio el máximo histórico de denuncias. Al año siguiente bajaron a 126.293 y en el 2008 repuntaron hasta 142.125. Desde entonces, coincidiendo con el inicio de la crisis, descendieron hasta el suelo de las 124.893 registradas en el 2013, la cifra más baja de la década.

Los recortes en la campañas de concienciación y en recursos de ayuda a las víctimas llevados a cabo por el Gobierno del Partido Popular estarían detrás de estas caídas, según la mayoría de colectivos feministas. Estos también aludían a la falta de ingresos y por tanto de independencia económica de muchas mujeres, azotadas por el paro y la precarización.