Estupefacción e indignación. Ni se lo creen ni consiguen entenderlo. Y muchos piden que se haga justicia y desean lo peor a los padres del bebé de dos meses ingresado con múltiples lesiones en la UCI del Vall d’Hebron. Solo unas horas después de que trascendiera que la Generalitat se ha hecho cargo de la custodia del bebé y de que el juez de guardia le quitara el pasaporte al progenitor (solo tiene 21 años), la familia del recién nacido (sus padres y los abuelos, padre del chico y su pareja) abandonó el edificio de la localidad en la que hasta ahora vivían todos.

Ayer a mediodía nadie contestaba al interfono de ninguno de los dos pisos ni al timbre de las puertas. Los dos buzones del rellano estaban vacíos y carecían de etiqueta identificativa, que sí estaba antes.