Los Mossos han detenido al presunto asesino de los dos jóvenes que aparecieron muertos en el pantano de Susqueda. Las víctimas del crimen fueron los jóvenes Marc H. L., de 23 años y vecino de Arenys de Munt (Barcelona), y Paula M. P., de 21 años y vecina de Cabrils (Barcelona), que habían acampado junto al pantano de Susqueda. El arresto se ha producido en Anglès (Selva), de donde es vecino y ha sido trasladado a la comisaría de Santa Coloma de Farners, según han informado los Mossos. Se trata de Jordi Magenti Gamell, un hombre de 60 años con antecedentes por haber matado a su mujer que no conocía a los jóvenes. El hombre, que ya había sido interrogado por los Mossos, asesinó a su esposa hace 21 años en Anglès y era un habitual del pantano, donde acudía a pescar. El presunto asesino no tenía relación ni con las víctimas ni con el entorno de los jóvenes.

Los Mossos han podido dar con el sospechoso de este doble asesinato, uno de los principales crímenes que estaban aún sin resolver del pasado año, tras corroborar a partir de distintos indicios de que se encontraba en el pantano el día del crimen y en otras ocasiones, ya que frecuentaba la zona. El detenido, que tiene dos hijos mayores de edad, fue condenado en 1999 a 15 años de cárcel por la Audiencia de Girona por haber matado dos años antes a su esposa, en su casa de Anglès. En la sentencia, en la que se aplicó al acusado la atenuante de trastorno mental, informa Efe, el ahora detenido en relación con el doble crimen de Susqueda fue condenado por matar a su esposa cuando regresaba de un curso en Girona.

El hombre esperaba a su esposa en el interior de un vehículo aparcado en la calle Riu Ter y, cuando la mujer llegó a su altura, le descerrajó tres disparos y, posteriormente, cuando la víctima ya estaba en el suelo, hizo un cuarto disparo para rematarla.

ASESINO METICULOSO

El pasado 24 de agosto, Marc y Paula desaparecieron en las inmediaciones del pantano de Susqueda. Los dos jóvenes tenían previsto pasar unos días en este enclave, frecuentado por excursionistas y montañeros. Habían viajado en un Opel Zafira de color azul, acondicionado para dormir en su interior. Llevaban un kayak hinchable, con el que iban a navegar por las aguas del pantano de Susqueda.

El 26 de septiembre, tras una intensa búsqueda terrestre y acuática, los Mossos localizaron los dos cuerpos de los jóvenes. Alguien los había maniatado y los había arrojado al agua, lastrados con piedras. También se encontraron sus pertenencias, igualmente hundidas por el asesino. Los dos jóvenes fueron asesinados a tiros por un individuo que arrojó sus cuerpos al embalse y hundió su coche.

El criminal, según las investigaciones de los Mossos, destacó por su meticulosidad. Los agentes sospecharon desde el principio que se trata de una persona que conocía muy bien la zona, como ahora han confirmado fuentes de la investigación, que también han apuntado que no conocía a las víctimas.