PESE A SU FAMA DE peligrosos, los toros de la ganadería Cebada Gago protagonizaron ayer un encierro limpio y rápido durante la segunda jornada de los Sanfermines. Los seis astados tardaron dos minutos y 28 segundos en completar los 825 metros que separan los corrales de Santo Domingo de la plaza de toros pamplonesa, que registró un mayor lleno que en la día anterior. Ningún mozo fue empitonado, aunque 35 personas sufrieron heridas. F. J. Z.