LA AUDIENCIA DE MALAGA inició ayer el juicio contra los ocho acusados de participar en 3.000 cremaciones ilegales de cadáveres en los hornos del Parque Cementerio Parcemasa, de titularidad municipal, entre 1992 y 1997. El fiscal ha solicitado de 41 años de cárcel y dos millones de euros. Cientos de ciudadanos recibieron bolsas con restos que no eran de sus familiares.