Los ciudadanos asturianos se despertaron ayer en una mañana con tintes naranjas y olor a humo. A las 9.30 horas aún no había amanecido en municipios como Cangas de Narcea. Oviedo y Gijón estaban a oscuras con el apagado del alumbrado. A esa hora Asturias contabilizaba 35 incendios en 19 concejos que, a última hora de la tarde, se habían reducido a 27 en 12 concejos, algunos muy cercanos a la reserva de la biosfera de Muniellos. Es el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Alberga, además, una parte importante de los osos pardos de la cordillera cantábrica, así como lobos y urogallos, especie en riesgo de extinción. La humareda obligó a evacuar la localidad de Guillón, en Cangas de Narcea. Los vecinos pudieron volvier a sus casas por la tarde. Los mayores focos de llamas estaban en Fondos de la Vega, en Degaña, y Seroiro, en Ibias. Estos fuegos son los que formaban un cerco sobre Muniellos.