El crucero noruego Viking Sky, que el sábado sufrió una avería en medio de fuertes vientos y oleaje, entró ayer en el puerto de Molde (Noruega) para desembarcar al pasaje tras una dramática evacuación de 463 pasajeros en helicóptero del total de 1.373 personas que iban a bordo.

Los servicios de salvamento prepararon un operativo de emergencia en el muelle para atender a los pasajeros y tripulación tras su llegada al puerto noruego, pasadas las 3 de la tarde. Tres de los motores del barco, de 227 metros de largo, lograron ser reactivados horas antes, por lo que la nave pudo volver a navegar por sí misma después de haber tenido que ser remolcada por dos embarcaciones durante horas a la deriva, en medio de fuerte oleaje.

El Vikings Sky, que quedó anclado la noche anterior tras la avería registrada en sus motores, empezó a moverse remolcado por un barco por delante y otro en la parte de atrás, a una velocidad de 7 nudos, a primera hora de la mañana de ayer. Fue entonces cuando se decidió suspender la evacuación del pasaje, mientras se evaluaba la situación y vista la complejidad que suponía llevar a cabo el traslado de los pasajeros hasta los helicópteros de salvamento en medio del fuerte oleaje y vientos.

Diecisiete de los evacuados tuvieron que ser hospitalizados, informaron en una rueda de prensa las autoridades del municipio de Fraena, donde se habilitó un pabellón como primer centro de acogida para enviar luego a los rescatados a distintos hoteles de la zona. Según la televisión pública noruega Nrk, que ha transmitido las operaciones desde poco después de declararse la avería, se encuentran en estado grave tres de las personas evacuadas.

El transatlántico envió ayer hacia las 14.00 horas una primera señal de socorro por problemas en sus motores, cuando se encontraba a unos cinco kilómetros de la costa de Hustadvika. Se trata de una zona compleja para la navegación, ya que son frecuentes los vientos y corrientes marinas y además su litoral está salpicado de numerosas islas y fiordos.

El barco realizaba el trayecto previsto de 14 días entre Tromsø (norte) y Stavanger (sur) con 915 pasajeros a bordo y una tripulación de 458 personas, cuando quedó prácticamente a la deriva a consecuencia de la avería de sus cuatro motores.

Algunos pasajeros difundieron a través de las redes sociales imágenes de la complicada y peligrosa situación a bordo, en las que se ve parte del mobiliario del crucero, sillas, mesas y plantas, saltando por los aires o deslizándose por el suelo, mientras caían sobre algunos pasajeros fragmentos del techo.