Los servicios de Salvamento Marítimo andaluces no han dado abasto durante el pasado fin de semana, el de mayor afluencia de pateras en lo que va de año. La isla de Fuerteventura vivió una situación semejante, mientras que un grupo de subsaharianos rompió la verja de la frontera y entraron de forma ilegal en Ceuta.

En la costa oriental de Andalucía fueron interceptados durante el fin de semana un total de 273 inmigrantes, la mayoría de ellos de origen marroquí. A los 92 extranjeros detenidos el sábado en Granada y Almería se sumaron ayer otros 27 tras desembarcar en una playa de Albuñol (Granada); junto a 95 que viajaban a bordo de dos pateras en el mar del Alborán y 59 inmigrantes más, detenidos en aguas de Málaga, según fuentes de la Guardia Civil.

Estas llegadas masivas confirman que, ante la férrea supervisión en el Estrecho del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), los inmigrantes han optado por dirigirse a zonas menos controladas.

Mientras, otras cuatro pateras fueron interceptadas en la isla de Fuerteventura, procedentes del norte de Africa, con un total de 143 inmigrantes irregulares subsaharianos, ocho de ellos en muy mal estado de salud por la larga travesía. En esta misma zona se vivió ayer el tercer día de búsqueda de los 32 inmigrantes desaparecidos a unos 10 kilómetros de la orilla, después de naufragar la patera en la que viajaban en una zona de gran profundidad. Un helicóptero del Grupo de Intervención en Emergencias del Gobierno canario se incorporó a las tareas de rescate.

En Ceuta, un grupo de unos 20 inmigrantes subsaharianos accedieron a la ciudad tras romper la valla fronteriza que la separa de Marruecos y huir rápidamente para no ser detenidos por la Guardia Civil, que custodia la zona. Los inmigrantes consiguieron entrar después de realizar unos cortes en la malla exterior e interior del paso fronterizo y se dispersaron con rapidez por el monte.