Hoy se hace evidente el resultado de dos legislaturas del Partido Popular. En un contexto de auge económico, la proporción del gasto sanitario público creció siempre, en términos porcentuales, por debajo del Producto Interior Bruto (PIB).

Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Ahora bien, las desigualdades en esperanza de vida y en salud van claramente ligadas a los niveles de renta, y aunque un mayor gasto público sanitario no borra estas diferencias existentes, sí las atempera. Los gobiernos de la derecha tienen aversión al gasto público, pero sus políticas de ahorro forzoso, con desprecio por la equidad social, se hacen más detestables en un contexto de expansión económica.

¡Ahora toca corregir la tendencia! Quiero creer que podemos estar tranquilos. Un Gobierno progresista en Madrid seguro que no dejará pasar esta oportunidad de intervención bajo riesgo de supervivencia.

*Médico y senador de la Entesa.