Fue una animalada. De una violencia descomunal y gratuita. Un ladrón atropelló al propietario de un coche que acabada de robar, y lo llevó encima del capó más de cien metros, hasta que frenó en seco para que cayera en la calzada. Del tremendo golpe falleció. La víctima se llamaba Luis Daniel A. L., de 54 años, estaba casado y tenía dos hijos. Ocurrió ayer en Castelldefels a las 9.10 horas, ante un quiosco de prensa.

"Fue un asesinato en toda regla", explicó a este diario M. J. H., de 30 años, que estaba justo enfrente del quiosco. Tras declarar ante la policía, la mujer explicó: "El hombre se puso delante del coche para que se detuviera y el ladrón lo atropelló. Yo le grité al conductor que parara, pero el joven, muy serio y frío, aceleraba y, luego, frenaba en seco".

La mujer explicó que esa escena se repitió cuatro veces. Las marcas de neumático en la calzada demuestran que hubo cuatro frenazos. La testigo agregó: "El hombre iba de un lado para otro agarrado al capó, junto a los limpiaparabrisas". A más de cien metros del quiosco, el último frenazo fue tan brusco que el hombre salió catapultado y golpeó con la cabeza en el suelo.

Aún estaba vivo. M. J. H. corrió a socorrerlo. "Aguante, que ya viene una ambulancia", le dijo. Diez minutos más tarde murió en los brazos de M. J. H. La ambulancia aún tardó otros diez minutos en llegar, según la mujer.