Un operario de la limpieza de Madrid encontró ayer por la mañana a un recién nacido metido en una caja de cartón y abandonado en plena calle. El personal de emergencias le practicó un masaje cardiaco para reanimarlo. Sin embargo, el bebé --que estaba en parada cardiorrespiratoria-- falleció.

La policía aún no tiene ninguna pista de los padres de la criatura, pero investiga la posibilidad de que la madre tuviera "algún tipo de vinculación", con un albergue ubicado cerca de donde apareció el pequeño.

El suceso tuvo lugar hacia las ocho de la mañana en el paseo del Rey. En la zona apenas hay viviendas. Sólo un descampado, un edificio de Renfe y el albergue de San Isidro. El operario de la limpieza se disponía a recoger una caja de cartón que alguien había puesto al lado de un árbol. Entonces se dio cuenta de que dentro había un bebé.

DESNUDO Y CON HIPOTERMIA Fuentes sanitarias explicaron que la criatura presentaba un color azulado como consecuencia del frío. El niño estaba desnudo, aunque llevaba una manta que le tapaba. Sin embargo, a esa hora la temperatura en Madrid apenas superaba los tres grados. Las mismas fuentes añadieron que el bebé sólo tenía una hora de vida y su cordón umbilical estaba sin cortar.

El personal de emergencias intentó salvar la vida del pequeño, al que practicaron un masaje cardiaco durante 30 minutos. El protocolo sanitario ordena que, si a los 30 minutos los médicos no consiguen reanimar a la víctima, éstos tienen que certificar la muerte. Sin embargo, al tratarse de un bebé, el personal de emergencias lo llevó a un hospital.

Con el objetivo de evitar sucesos similares, fuentes del Defensor del Menor insistieron en que los padres que no quieran criar a sus hijos tienen la posibilidad de darlo en adopción a los 30 días del parto. "Da igual que los progenitores sean españoles o extranjeros. Lo importante es el niño", concluyeron.