La colombiana María Islemy, de 40 años, y tres de sus hijos, dos niñas de 4 y 13 años y un varón de 16, perecieron ayer en su vivienda, en el barrio madrileño de Vallecas, debido a una intoxicación por monóxido de carbono. La policía investiga si el monóxido se generó en la bombona de butano que había en la cocina o si al accionar el agua caliente en la ducha se produjo una mala combustión en el calentador.

EN LA BAÑERA El padre de los pequeños, de 40 años, se encontró con el macabro hallazgo a las 14.55 horas al entrar en su domicilio cuando regresaba del trabajo. Su esposa estaba en la bañera, donde murió mientras tomaba el baño. Los cadáveres de los tres menores yacían en sus camas y fueron sacados al descansillo de la escalera de la vivienda en un intento desesperado del padre por salvar sus vidas. Al poco rato, se personaron en el lugar los servicios sanitarios de emergencia, que sólo pudieron certificar la muerte de los cuatro.

La primera voz de alarma, según informó la policía, la dio el vecino de abajo de la familia colombiana a los bomberos porque su piso se estaba inundando. Los bomberos comprobaron que el agua venía del piso de arriba, cortaron la llave general de la finca y subieron a la vivienda de la que procedía el agua, pero no pudieron acceder porque nadie respondía y porque carecían de autorización judicial para derribar la puerta. Según el ayuntamiento, los bomberos contactaron con el presidente de la comunidad para que tratase de localizar a los vecinos.

Una vez se descubrió la tragedia, empleados municipales observaron que la cocina de la vivienda no tenía casi ventilación. Psicólogos del Samur prestaron atención al padre y a la hermana de la mujer. "Es buena gente. Llevaban unos tres años viviendo de alquiler aquí y se habían quejado varias veces a la dueña de que el calentador no funcionaba bien", comentó Carlos, un vecino.