El Tribunal de Cuentas de Venecia ha condenado al arquitecto Santiago Calatrava a pagar una multa de 78.000 euros en concepto de «perjuicios fiscales» por el incremento de los costes de la construcción del puente de la Constitución, el polémico cuarto puente sobre el Gran Canal que cruza la capital del Véneto.

Desde el primer momento, la construcción del puente fue objeto de controversia porque su coste superó con creces el presupuesto inicial, que era de siete millones de euros. El montante final ascendió a casi 12 millones, ya que no se calcularon bien ni el tamaño de algunos tubos ni la resistencia los escalones de cristal, que pronto se empezaron a desgastar. Además, numerosas personas sufrieron caídas y resbalones, a desembolsar una importante cantidad de dinero en conceptos de indemnizaciones.

El Tribunal de Cuentas ha calificado de «negligencia macroscópica» y ha acusado al arquitecto valenciano de ser el culpable del aumento de los costes.