Miedo, rabia y negación son tres de las primeras reacciones tras recibir un diagnóstico de cáncer, indican los autores de Recetas y Autoayuda.... Después, afirman, aparecen el sentimiento de culpa ("¿Qué habré hecho yo para enfermar?"), la ansiedad, el aislamiento y la dependencia. "Algunos adultos enfermos de cáncer pueden delegar todas sus responsabilidades en las personas cercanas --explican--. Es conveniente que la familia se muestre firme y que el paciente siga asumiendo sus tareas".Hablar, comunicar el diagnóstico a los demás y comentar el sentimiento de miedo son algunos de los consejos del libro, que aborda de forma positiva todas las situaciones. "El tiempo que cada persona necesita para asimilar esa noticia varía --indican--. Quienes rodean al paciente, tienden a pensar que es demasiado frágil para afrontar el diagnóstico, pero lo cierto es que las personas somos tremendamente resistentes".El apartado nutricional ofrece ideas para combatir la pérdida de apetito. Recuperar los platos preferidos del enfermo, variar dietas imaginativas y comer en porciones diminutas son tres sugerencias iniciales. Aconseja comer tres horas antes de una sesión de quimioterapia platos poco grasos y de fácil digestión. Ese menú debe mantenerse hasta tres días después de recibir la dosis, añaden.Contra el adelgazamiento, propone recetas digeribles, nutritivas y calóricas: espaguetis con frutos secos, trucha con salsa de almendras, boniato con canela o leche con fresas son tres de los platos descritos.Si la alimentación es fundamental en los enfermos de cáncer, también lo es entre el resto de la población, que debe fomentar hábitos saludables para protegerse ante la enfermedad. "El consumo de alimentos de origen vegetal, la reducción de las carnes y alimentos grasos en la dieta y la práctica de ejercicio físico pueden reducir la aparición de cánceres", afirma el doctor Antonio Antón, que cita las conclusiones de distintos estudios realizados por el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer.La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye entre los diez primeros factores de riesgo de sufrir cáncer las dietas deficitarias en frutas y verduras, además de las ricas en grasas.