-Rusty (Brad Pitt): ¿Por qué hacerlo?

-Danny Ocean (George Clooney): Porque la banca siempre gana. A menos que la mano perfecta aparezca y entonces apuestes a lo grande y arruines a la banca.

A partir de ese diálogo echa a rodar la trama de Ocean's Eleven para asaltar simultáneamente los tres casinos más acaudalados de Las Vegas: el Bellagio, el Mirage y el MGM Grand. Esta película, basada en un remake de Frank Sinatra, se rodó en el 2001 con los actores más bellos de Hollywood y, por el exceso de su encanto y lo deslumbrante de su plan, acababa provocando en el espectador una indigestión por sobredosis de glamur.

Si llevan al cine la estafa que han cometido este mes de diciembre seis georgianos en el casino de Barcelona ningún productor correrrá ese riesgo. Porque su plan era tan cutre que casi ofende. Aunque también resultó efectivo y les permitió hacerse con un botín de, al menos, 34.000 euros.

Ni trapecistas asiáticos, ni apagones eléctricos, ni circuitos de videocámaras pinchados, ni disfraces de bombero como en Ocean's Eleven. Ellos cogían la pelotita de la ruleta con la mano y la depositaban sobre el número que habían apostado. Para qué esperar a que llegara "la mano perfecta".

Según fuentes policiales consultadas por este diario, trabajaban en grupo y jugaban a la ruleta. Un jugador escogía un número y apostaba a lo grande. Cuando la pelota echaba a rodar, los cómplices llamaban la atención repentinamente del crupier y un último socio cogía la pelota con la mano discretamente y la depositaba en la ranura del número al que había apostado el jugador. Después, cobraban y se repartían la pasta. Salieron airosos varios días. Hasta que los vigilantes de seguridad del casino sospecharon, repasaron las grabaciones y llamaron a los Mossos d'Esquadra.

Agentes de Ciutat Vella se acercaron el lunes al casino y observaron las grabaciones de las cámaras, en las que se apreciaba el truco. Tras comprobarlo, se acercaron a los georgianos y los arrestaron. Pero solo pudieron contener a tres. El resto se dieron a la fuga. Durante el cacheo a los tres detenidos, sin embargo, aparecieron billetes de avión para ese mismo lunes.

Los policías se fueron hasta el Aeroport del Prat y en la puerta de embarque, cogieron a un cuarto. Los otros dos siguen desaparecidos y la operación se mantiene abierta.

En la vida real, los ladrones no son tan guapos y los planes son mucho más feos. Y la banca siempre gana.