"La Iglesia posee tanta generosidad que puede hacer justicia gratuitamente", ha dicho el Papa este miércoles a los becarios que hacen prácticas para entrar en el Tribunal de la Sacra Rota, el que se ocupa de las anulaciones de los matrimonios católicos. "Los procedimientos no deben desembocar en negocios", añadió, citando el caso de una persona que, cuando estaba en Buenos Aires, tuvo que echar del cargo "porque vendía sentencias de anulación" por 10.000 dólares.

"Hay que prestar mucha atención", añadió el Papa, subrayando que no hablaba de "cosas extrañas, porque ha habido escándalos públicos". "Hay que discernir, pero cuando resultan afectados el interés espiritual y el interés económico, ¡esto no es de Dios!", dijo a los becarios.

IMPULSO PAPAL

Lo que algunos llaman impropiamente "divorcio católico", o sea la abreviación de los procesos de anulación matrimonial, ha recibido este miércoles un empujón de parte del Papa, pocos días después de que se concluyera el sínodo extraordinario sobre las familias, en el que se debatió asperamente sobre todos los tipos de familias irregulares o "impropias" según las leyes católicas, como las convivencias y parejas de echo, matrimonios homosexuales.

Algunos cardenales y obispos habían explicado que en muchos casos las personas se casan en la iglesia, no porque sean católicos practicantes, sino "por costumbre" y Jorge Bergoglio ha recordado esta circunstancia a quienes están haciendo prácticas. Según ha dicho el Papa, en los casos de anulación es necesario "buscar siempre el bien de las almas, lo que no es necesario que se encuentre fuera de la justicia, sino con justicia".

OPOSICIÓN

Con la idea de acelerar las anulaciones, durante el pasado Sínodo el cardenal de Milán, Angelo Scola, entre otros, salió al paso del choque entre las posiciones ultraconservadoras de quienes apuntaban sólo a reafirmar la indisolubilidad del matrimonio católico con la de los reformistas que, en la línea del Papa, pedían mayor atención hacia las situaciones reales en las que viven los contemporáneos. Por otra parte, ya ahora la iglesia tiende a que el juicio de primera instancia para las anualaciones se realice en las diócesis de origeren y se recurra a Roma sólo en los casos de apelación de alguna de las partes.