Las autoridades de Lisboa solicitaron ayer ayuda a la UE para combatir los incendios, que arrasan el país de norte a sur y han derruido varias casas. Especialmente graves son los producidos en el parque natural de Ría Formosa (cerca de Faro), en la sierra de Monchique (Algarve) y en tres bosques ubicados a unos 40 kilómetros de Lisboa. El responsable de Protección Civil de Portugal, Manuel Paiva Monteiro, apuntó la posibilidad de que los fuegos sean intencionados. "Las temperaturas no lo justifican todo, en especial la simultaneidad de los incendios", insistió.

Mientras, en Francia, más de 400 hectáreas del bosque de Bonifato (al norte de la isla de Córcega) han quedado arrasadas por un incendio, que dura ya dos días. Al igual que en Portugal, las autoridades descartaron que el suceso fuera un accidente.

En España, los servicios de emergencia continuaban ayer intentado controlar varios fuegos en las provincias de Ourense, Huelva y León. En total, se han quemado más de 700 hectáreas. En Molinaseca (León) 280 hectáreas están calcinadas y se ha cortado el paso de peregrinos hacia Santiago de Compostela. En la provincia de Huelva, siete incendios permanecen activos. El más grave está en la sierra de Aracena y la zona de los Picos de Aroche. Valladolid y Ourense son las otras dos provincias afectadas.