El mayor incendio de los últimos años en Andalucía seguía avanzando ayer sin control tras devastar más de 9.700 hectáreas en las provincias de Huelva y Sevilla. Tras causar la muerte de dos ancianos el pasado lunes, ayer obligó a desalojar a 400 personas en varias pedanías sevillanas. Mientras, en Portugal otros ocho fuegos están proyectando la sombra de la catástrofe que el año pasado calcinó 400.000 hectáreas.

El fuerte viento de poniente reavivó durante toda la jornada de ayer las llamas en Huelva y Sevilla. Los frentes más activos, situados en el sur y el oeste, se han introducido en el importante espacio natural de Pata de Caballo y se acercan peligrosamente a la reserva animal de Castillo de las Guardas (Sevilla).

SALTO UN RIO La capacidad de expansión de las llamas, de hasta 20 metros de altura, es tal que han saltado sobre la cuenca de un río de la zona. Sólo los frentes del este y norte se encuentran estabilizados, aunque no están aún bajo control.

Unos 400 habitantes de varias aldeas del municipio sevillano de El Madroño y su pedanía de Los Alamos tuvieron que ser evacuados. La mayoría fueron trasladados hasta un colegio de El Castillo de Guardas y posteriormente trasladados en autobuses hasta Villena, una localidad próxima. Los habitantes de El Berrocal, desalojados el día antes, permanecieron fuera de sus viviendas porque la población está completamente rodeada por el fuego, mientras que los vecinos de Las Dueñas y Monte Sorromero pudieron regresar a sus hogares.

CAUSANTE IDENTIFICADO La Subdelegación del Gobierno de Huelva confirmó que el incendio se originó en un quema de plásticos agrícolas que carecía de autorización. Su autor ya está identificado y se espera su próxima detención como causante del incendio. Uno de los helicópteros que participaba en las tareas de extinción cayó debido al viento en el pantano de El Berrocal sin que el piloto sufriera daños.

En Portugal, ocho grandes fuegos seguían ayer sin control, pese a que más de 1.300 bomberos estaban movilizados por todo el país. Uno de los más preocupantes se encuentra en la región turística del Algarve, donde han ardido desde los inicios de la semana unas 4.000 hectáreas de bosque en la sierra de Caldeirao.

UNA ESPESA NIEBLA El otro incendio de grandes dimensiones se ha declarado en el parque natural Peneda-Gerés, en el norte del país, y amenaza con entrar en España. Una espesa niebla que cubre la zona ha impedido hasta ahora que los medios aéreos entraran en acción con el agravante de que hay zonas escarpadas inaccesibles a los bomberos.

La dimensión de los incendios ha llevado a Portugal a pedir ayuda a los países vecinos. Hasta ayer España, Italia y Grecia habían aportado medios aéreos, aunque el Gobierno español sólo ha podido proporcionar un avión, debido a que el grueso de los equipos antiincendios trabajan estos días en Huelva. Otros dos fuegos arrasan desde hace varios días la región de Vila Real, mientras en el distrito de Braganza, siguen activos otros dos.

Las autoridades portuguesas sospechan que muchos de los fuegos que están arrasando varias zonas del país son provocados. En lo que va de año, ya han sido detenidas 27 personas, 15 de ellas sólo en julio, relacionadas con los incendios.

Ayer mismo la policía judicial detuvo a un individuo de 23 años como supuesto autor de cuatro incendios forestales, y a otro de 33 años como presunto autor de otros dos, uno de los cuales quemó 140 hectáreas. También identificó a tres menores -de 9, 13 y 14 años-, que provocaron dos fuegos en Coimbra y Santa Comba Dao.

DOS MUERTES POR CALOR Las altas temperaturas han causado dos nuevas muertes, con lo que se eleva a 12 el número de fallecimientos registrados este verano en España por esta causa. La Consejería de Salud del Gobierno balear anunció ayer la muerte el pasado lunes en Menorca de un anciano de 80 años "por un golpe de calor".

El otro fallecimiento se produjo en el Hospital Santa Elena de Huelva, donde murió una mujer de 91 años que fue ingresada con síntomas de la misma dolencia.