El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha ratificado este lunes la prisión que dictó la pasada semana un juez de Figueras (Girona) para al ciudadano ruso Dmitry Zavyalov, reclamado por Rusia por su presunta vinculación con la mafia rusa y al que se le imputan 33 asesinatos cometidos en su país.

Zavyalov, sobre el que pesaba una orden internacional de busca y captura, fue detenido el pasado 16 de mayo en La Jonquera (Girona), junto a la frontera con Francia, y antes de ser trasladado a la Audiencia Nacional para tramitar el procedimiento de extradición, un juez de Figueras se encargó de decretar su ingreso en prisión.

El juez Moreno se ha hecho ahora cargo del procedimiento extradicional por encontrarse de guardia la semana en la que se produjo la detención y, antes de preguntarle si acepta ser entregado a Rusia, se ha limitado a ratificar la orden de prisión.

Una vez que las autoridades rusas remitan en los 40 días preceptivos toda la documentación relativa a la petición de extradición, Moreno volverá a citar a Zavyalov para preguntarle si desea ser entregado, y, de negarse, la cuestión deberá ser estudiada en una vista por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional

Según informó la Guardia Civil cuando se produjo su arresto, al detenido se le relaciona con la mafia rusa y se le atribuye una vinculación con una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de armas y explosivos.

La detención se produjo en el marco de la operación 'Maruqa', llevada a cabo por la Guardia Civil en colaboración con la policía francesa.

Los agentes conocían la relación sentimental del presunto asesino con una mujer de su misma nacionalidad y con residencia en Francia, que había programado un viaje a España, posiblemente a la Costa Brava.

La Guardia Civil localizó un domicilio en esa zona, concretamente en el núcleo de Empuriabrava del municipio de Castelló d'Empúries, propiedad de la mujer.

En esa vivienda se detectó la presencia de la pareja, junto a un menor, y, ante la alerta de extrema peligrosidad, los agentes establecieron una vigilancia discreta.

Cuando el ciudadano ruso abandonó el domicilio en dirección a Francia se procedió a su identificación en un control en La Jonquera, donde presentó un pasaporte ucraniano y una tarjeta de residencia belga presuntamente falsificada.