La Guardia Civil redujo ayer el número de agentes destinados a la búsqueda de los posibles restos de la bola de fuego que cruzó España el domingo y los recortará aún más en los próximos días. Así lo anunció ayer la Subdelegación del Gobierno de León, la provincia donde el rastreo ha sido más intenso. Las tareas "no se interrumpirán" pero "dejarán de ser un objetivo preferente", declaró un portavoz. El helicóptero que apoyaba a las patrullas ayer se quedó en tierra. La advertencia del CSIC de que son escasas las posibilidades de encontrar fragmentos parecen haber hecho mella en los encargados de la búsqueda.Los vecinos de Renedo de Valderaduey (León), que el domingo y el lunes habían salido a los bosques próximos, también bajaron la guardia coincidiendo con la festividad de Reyes. En la zona delimitada por Renedo y Guardo (Palencia) hubo una auténtica avalancha de testigos que aseguraron haber oído una explosión y un temblor seguidos de una columna de humo. "Si no se encuentran ahora, cuando sea temporada, en vez de ir buscar setas iremos a buscar restos del meteorito", apuntó el propietario del bar Chencho.