El FUERTE VIENTO obligó ayer a retrasar el lanzamiento desde la base de Kurú (Guayana Francesa) de la sonda europea, que tiene como misión seguir a un cometa en su órbita y posarse en su núcleo dentro de 10 años para analizar su composición e investigar sus elementos. Los responsables de la ESA confían en que hoy sea un día más apto para iniciar la misión que tiene un coste de 1.000 millones de euros.