El Reino Unido ha autorizado por primera vez la selección de embriones para prevenir la transmisión de un determinado tipo de cáncer altamente hereditario. Cuatro parejas portadoras del gen que provoca la poliposis adenomatosa familiar serán las primeras en librar a su descendencia de los riesgos de esta enfermedad. Hasta ahora, los hijos nacidos de un padre o una madre portadores del gen tenían un 50% de posibilidades de desarrollar un cáncer de colon o recto. La grave enfermedad suele desarrollarse cuando el portador tiene entre los 20 y los 40 años y sus efectos pueden paliarse recurriendo a la cirugía.

Con el test, los embriones fertilizados in vitro podrán ser examinados y sólo se implantarán en el útero de la madre los que estén libres del gen que predispone a padecer el cáncer. El hospital del University College en Londres ha sido el centro autorizado para realizar las pruebas, recibidas con entusiasmo por los afectados.

"Estamos contentos de poder tener esta oportunidad no sólo de asegurar en la medida de lo posible que nuestros hijos no heredan ese gen, sino que tampoco lo transmiten a sus descendientes", declaró al diario The Times uno de los primeros al recurrir al nuevo método, un contable de Bristol de 35 años.

"Vamos a poder eliminar definitivamente un gen defectuoso, permitiendo a las parejas tener hijos, sin el miedo de que puedan transmitirles una terrible enfermedad", explicó el doctor Paul Sehal del University College, quien recordó que las pruebas genéticas para enfermedades que aparecen en etapas más tardías en la vida, como el Alzheimer o el cáncer de próstata, ya son posibles en Estados Unidos.

El debate se extenderá muy pronto al cáncer de mama. El doctor británico Mohammed Taranissi, del Centro de Ginecología y Reproducción asistida de Londres, está tratando de obtener el permiso para llevar a cabo las pruebas de esta dolencia, cuyo riesgo aumenta en un 80% con la presencia de determinados genes.