El sueño de igualdad de 4.037 parejas de homosexuales de EEUU se ha roto. Ayer, justo seis meses después de que el Ayuntamiento de San Francisco empezara a emitir más de 4.000 licencias de boda para parejas del mismo sexo, el Supremo de California anuló los matrimonios.

Los siete jueces fueron unánimes al sentenciar que el alcalde, Gavin Newsom, se extralimitó en sus funciones, dado que tanto la legislación californiana como una medida estatal aprobada en referendo definen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, los magistrados se dividieron (cinco votos a favor y dos en contra) a la hora de pronunciarse sobre la legalidad de los enlaces.

El alcalde Newsom desató el 12 de febrero una tormenta nacional al ordenar que se empezaran a emitir licencias matrimoniales a gays y lesbianas. Lo hizo entonces motivado por la actitud de George Bush que declaró su intención de intentar que se enmendara a la Constitución del país para limitar las bodas sólo a los heterosexuales.

ENMIENDA BLOQUEADA Aunque el intento de enmendar la Constitución quedó bloqueado el mes pasado en el Congreso, en febrero Newsom lo consideraba una violación del principio constitucional de igualdad. De la misma opinión eran las miles de parejas que llenaron el fin de semana de San Valentín el ayuntamiento de la ciudad y que en el mes siguiente celebraron 4.037 enlaces.

La fiscalía y grupos cristianos conservadores llevaron el caso a los tribunales, que obligaron a detener los enlaces el 11 de marzo alegando que el alcalde no tenía autoridad para saltarse las leyes estatales.

Los siete magistrados les han dado finalmente la razón y sentencian que el alcalde no siguió la doctrina de separación de poderes. "Los jueces han hecho que en California vuelva a imperar la ley", dijo Jordan Lorence, un abogado conservador.