El pasado verano en Europa no sólo fue uno de los más calurosos de los últimos años, cosa más que evidente y consabida, sino que registró las temperaturas más elevadas desde 1500 y además de forma holgada, según un estudio elaborado por investigadores suizos que hoy publica la revista Science . El informe, ya avanzado el pasado septiembre, confirma también que los nueve veranos más cálidos desde la misma fecha han acontecido a partir de 1989.

El estudio, coordinado por Jürg Luterbacher, de la Universidad de Berna, muestra que la última década ha tenido unos veranos especialmente calurosos, 0,84 grados por encima de la media de los últimos 500 años, pero las temperaturas elevadas fueron propias de todo el siglo XX. De hecho, sólo las décadas 1530- 1539 y 1730-1739 le hacen sombra.

Las temperaturas han sido calculadas en toda Europa a partir de 5.050 puntos modernos de medición. Para estudiar las temperaturas en periodos antiguos, hasta antes de la invención del termómetro de mercurio, los investigadores han empleado métodos indirectos, como los anillos de los árboles, el análisis de hielos, las cosechas de la vid que anotaban los monjes o la época de floración de los vegetales. Los autores aseguran que el estudio tiene una fiabilidad superior al 90%.

El informe no adelanta un pronóstico para julio o agosto, pero los modelos empleados sí calculan que uno de cada dos veranos de finales del siglo XXI (2071-2100) será tan o más cálido que el del 2003.