La violencia machista en términos genéricos es rechazada por la casi totalidad (98%) de los españoles. Pero cuando se baja al terreno de las actitudes concretas, se descubre que el nivel de tolerancia es mucho más amplio. Vigilar los movimientos de la pareja, los horarios, la vestimenta, el teléfono y las amistades, es visto como inevitable o aceptada por el 32% de los hombres y el 29% de las mujeres. Son ese tipo de actitudes, muy difíciles de erradicar debido a su aceptación social, que son en muchos casos el paso previo al maltrato físico. Estos datos corresponden al Estudio Percepción Social de la Violencia de Género 2013, presentado ayer por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero. El informe se basa en 2.580 entrevistas efectuadas a personas mayores de 18 años.

ESTEREOTIPOS La del control no es la única actitud de maltrato psicológico bien vista por algunos. El 9% de los encuestados justifican "en ocasiones" la desvalorización de su pareja y el 7% no considera violencia las amenazas. El estudio revela en este terreno que el 35% de los españoles piensan que si una mujer sufre maltrato es porque ella lo consiente. Cuatro de cada 10 personas exculpan, además, a los agresores por la creencia de que sufren algún tipo de enfermedad mental, una condescendencia que se aprecia tanto en hombres como en mujeres, en todos los niveles de estudios y en diferentes edades.