27. Este es el número de mujeres asesinadas a manos de un hombre en Aragón desde el 2003, cuando se comenzaron a registrar los crímenes machistas. La última que perdió la vida fue Rebeca Santamalia. una abogada que murió el pasado mes de enero a manos de su defendido, precisamente, por haber matado a su mujer, candidata del PP en La Puebla de Híjar, en el 2003. El autor de ambos crímenes de violencia machista fue José Javier Salvador, quien se suicidó después de acabar con la vida de Rebeca tirándose desde un viaducto en Teruel.

El nombre de Rebeca se suma a una larga lista que se ha ido hinchando cada año y en la que no se incluyen las agresiones machistas, solo las muertes. En España ya son mil las mujeres que han muerto por capricho de sus parejas, exparejas o por hombres movidos por el odio que, en muchos casos, dejaban a sus hijos huérfanos de madre.

Muy sonados por su dureza fueron los tres crímenes en los que los asesinos descuartizaron a sus mujeres. En el conocido como crimen de Ricla, Antonio Losilla fue declarado culpable de asesinar y descuartiza a su mujer, Pilar Cebrián, en abril del 2012 después de que esta le manifestara su intención de dejar la relación. El cuerpo de Pilar todavía no se ha encontrado. Por el mismo motivo Cristóbal M. M. acabó con la vida de Vanessa Barrado en junio del 2012. También la descuartizó. Como también hizo Vicente S. G, que, además, la ocultó en su nevera para acabar suicidándose a los días.

Si el primer crimen de violencia machista de este año conmocionó a la sociedad aragonesa, también lo hizo el doble asesinato que cometió el capitán del Ejército del Aire Manuel Cuadra, quien mató a comienzos del 2016 a su exmujer, Alicia Murcia, y a su hija de cinco años. Tras ello, el asesino se suicidó de un disparo en la cabeza, como había acabado con la vida de su expareja y la pequeña.

Un doble crimen que recuerda al que cometió un hombre de 72 años en el barrio de Santa Isabel. Fue en el mes de mayo del 2016 cuando Faustino Sarroca mató a martillazos a su esposa Rosario y atacó a sus dos hijos. A uno de ellos lo dejó gravemente herido con la misma herramienta, mientras que al otro le arrojó un cubo lleno de lejía que lesionó sus ojos.

Unos meses después, en agosto, Zaragoza contabilizaba una nueva víctima de esta lacra con el asesinato de Alexandra Rodica, quien sufrió seis puñaladas en un punto de encuentro familiar de la ciudad por parte su pareja, Cristinel Ionel Surca. El hijo de ambos, de 5 años, fue testigo de la terrible escena.